La federación china de tenis ha ignorado la "política" olímpica nacional de vetar idilios entre deportistas y permitirá a su tenista estrella Li Na entrenar con su esposo.
Pese a que Jiang Shan, esposo de Li (número 17 del tenis mundial femenino), fue un jugador más bien mediocre y no cuenta con título de entrenador, la intención de rebajar la presión sobre sus tenistas ha llevado al centro a hacer la vista gorda con la pareja.
Los romances están prohibidos en la mayoría de los equipos nacionales chinos con el objetivo de mantener a los atletas centrados en su profesión, y en deportes como la gimnasia o el tenis de mesa una infracción puede castigarse con la expulsión.
Li Na advirtió en el último Abierto del Pacífico, disputado a comienzos de mes en Tokio, de la creciente presión y el nerviosismo que impera en el equipo de tenis chino ante el objetivo "poco realista" de lograr medallas en los JJOO de Pekín 2008.
"Ahora hay mucha más presión que en Atenas. China querrá ganar el oro en todos los deportes, no sólo en tenis", aseguró Li.
Las esperanzas del tenis chino para los JJOO de Pekín 2008 se dispararon en Atenas 2004, cuando Li Ting y Sun Tiantian lograron el oro en la categoría femenina de dobles, y se han reforzado con la presencia de Li Na (17ª), Zheng Jie (33ª) y Peng Shuai (42ª) entre las 50 mejores tenistas del mundo.