Ayer hablé que faltó en el juego con Honduras, la experiencia de José "Chalate" Anthony Torres. Pero por falta de espacio no pude decir la contraparte de esta historia.
Cada quien hace cosas malas y buena. Lo bueno del técnico de Panamá, Alexandre Guimaraes, fue que "como todo viejo zorro" (ojo y no es el hermano Méndez) del fútbol, conoce a sus jugadores y supo reaccionar en el mejor momento para darle un certero golpe a los hondureños, que por poco los termina fulminando si hubiese ganado el partido.
Con el juego bastante avanzado, leyó bien sus cartas y dio entrada a Reggie Arosemena y a Gabriel Torres, que juegan más al toque y son pura velocidad, para cambiar el juego de pelotazos, donde Anel Canales no pudo ganar el duelo a Victor Bernárdez.
Eso fue lo que nos dio el empate y hasta pudimos ganar. Sin embargo, hay que ir más allá. "Guima" demostró que sabe explotar las fortalezas de estos dos juveniles. La verdad hasta yo me sorprendí con los cambios, pensé que iba a meter a gente de más experiencia.
Y no por menospreciar el fútbol de Reggie y "Gaby", sino por la presión que había en ese momento del partido. Como dice el dicho: "el que no se arriesga no triunfa". Y allí está el resultado, no se perdió, estuvimos a punto de ganar. Los dos chavales terminaron de noquear a la defensa hondureña a base de velocidad.
Se sigue cuestionando la jugada de gol de Reggie, por el hecho de que en ese momento estaba el juego empatado. Sin embargo, y no por defenderlo, en el minuto 19 del primer tiempo Canales tuvo una ocasión clara de cabeza en el área y la falló. Si hubiese hecho ese gol, me pregunto: ¿entonces que dirían? Igual "Matador" Tejada al minuto 54 remató a las manos del portero hondureño Victor Coello, estando sólo.
Desde este espacio quiero terminar enviando saludos a toda mi familia hasta Las Cumbres, a todos mis amigos y a mi gente en Vacamonte, que están siguiendo la cobertura de la Copa de Naciones a través de los tres diarios de EPASA.
¡Ya conoce sus armas!