Caso Pinochet otra vez pendiente de dictamen judicial

Londres
EFE
El caso Pinochet depende, una vez más, de un dictamen judicial decisivo que se conocerá a mediados de la próxima semana y que puede suponer un rápido desenlace o, por lo contrario, prolongar su andadura en los tribunales. Cuando ayer terminó la vista sobre el recurso presentado por Bélgica y seis organizaciones pro derechos humanos, el juez que la presidía, Simon Brown, no dio la menor indicación de cual puede ser la decisión que tomen él y los dos jueces que han intervenido en la audiencia. Las partes litigantes contestan el procedimiento seguido por el ministro del Interior británico, Jack Straw, quien se ha declarado predispuesto a poner en libertad al ex dictador chileno Augusto Pinochet por razones de salud. Bélgica y las organizaciones humanitarias han insistido durante la vista en que quieren ver el informe médico por el que Straw concluyó que Pinochet no está en condiciones de afrontar un juicio. La vista, que ha durado tres días, comenzó el lunes con el propósito de estudiar la petición para recurrir y, por decisión de los jueces, se convirtió el martes en una audiencia de apelación propiamente dicha. El dictamen de los tres jueces, que puede ser unánime o por mayoría, determinará si el ministro del Interior británico, Jack Straw, debe o no rectificar el procedimiento que ha seguido y por el que se inclina a liberar a Pinochet. La decisión que tome este tribunal será apelable en la Cámara de los Lores, máxima instancia de la justicia británica. Los jueces pueden rechazar la apelación o dictaminar que el procedimiento seguido por Straw debe ser rectificado. El abogado del ministerio del Interior, Jonathan Sumption, sostuvo que el ministro no está obligado en un caso de extradición a compartir la información que utiliza para tomar una decisión para la que ley británica le otorga amplios poderes. Tanto Sumption como el abogado de Pinochet, Clive Nicholls, utilizaron la Convención Europea sobre Derechos Humanos para defender el derecho del ex dictador a la "confidencialidad" sobre su estado de salud. Sumption declaró el martes que el ministro del Interior acatará una eventual orden del Tribunal de divulgar el informe a una, algunas o todas la partes interesadas, según el dictamen. Pero ayer el abogado dejó claro que España es el único país que puede estar "concernido" por la decisión que tome Straw, ya que es el que tiene prioridad en el litigio de extradición de Pinochet. "Aceptaría que el informe médico fuese enviado a Bélgica si Pinochet fuese a ser extraditado allí", dijo Sumption. Bélgica, Suiza y Francia también han pedido la extradición del ex dictador chileno, lo que, unido a la implicación de Chile, llevó a Sumption a afirmar que esta es una disputa "más diplomática que legal". Nicholls, por su parte, advirtió que la divulgación del informe puede dar lugar a nuevas acciones legales, con lo que "el litigio prácticamente sería interminable". El abogado de Bélgica, Nigel Pliming, sostuvo que este es "un caso excepcional" sobre un "presunto enemigo común de toda la humanidad". La ley internacional ampara a Bélgica en su reclamación de ser tenida en cuenta como parte en el litigio contra Pinochet, según Pliming, quien manifestó que "no puede ser correcto" que el ministro del Interior sea justo con Pinochet y no con España y Bélgica. Al término de la vista, Sumption anunció que Straw esperará a anunciar su decisión final sobre el caso hasta conocer el dictamen del Tribunal. El ministro del Interior avisará a las partes interesadas el día antes de hacer pública su decisión ante el Parlamento.
|