El tumbe de un cargamento de drogas en alta mar a fines del mes de enero, donde fue asesinado Rey Palacios, cabecilla de la pandilla "Matar o Morir (MOM)", parece ser el detonante de la cadena de homicidios en los últimos días, reveló una fuente policial.
Palacios se "coronó" al arrebatarle un cargamento de más de una tonelada de drogas a tres colombianos en alta mar.
Sin embargo, Palacios fue supuestamente traicionado y ejecutado por el mismo grupo que participó en el robo del cuantioso cargamento a los narcotraficantes.
El cuerpo sin vida de Palacios fue encontrado el 31 de enero, en una playa en la costa de Chimán.
Aunque la versión de los asesinatos de los supuestos narcotraficantes no ha sido confirmada, las unidades policiales realizaron ayer un patrullaje en el área, pero la búsqueda fue infructuosa.
Luego que Palacios fue asesinado de un tiro en la cabeza, al día siguiente fue acribillado a balas un sujeto en la parte trasera de los albergues de Curundú.
La semana pasada, específicamente el jueves, las unidades policiales ubicaron 11 paquetes de la droga conocida como pegón abandonada en la playa Jesús, próxima a Chimán.
Además, los asesinatos registrados recientemente en Arraiján, Panamá Este y San Miguelito guardan aparente vinculación al caso de Palacios. Las autoridades no descartan que se den más muertes.
A mediados del mes de enero, dos capitalinos también fueron asesinados, durante un intento de tumbe de drogas a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en las aguas del río Tuira, próximo a la comunidad de Pinogana.
Las víctimas pertenecían a una pandilla de El Chorrillo.