El fracaso entra por la venas, se siente en el alma, pasa por el sistema nervioso y llega al corazón para destruir el sueño olímpico, para detener a nuestro fútbol y cargar con otra eliminación tempranera más.
Otra pesadilla más, otra forma más de demostrar los errores que tanto se machacó, que tanto se dijo, y que se repitió, la falta del factor prueba y error (sólo un fogueo).
Y es que la selección de Panamá se desdibujó, dio tristeza, no jugó a nada, entró en la desesperación y dejó que Honduras tomara el control del partido para caer 3 goles por 1 y quedar eliminada del Preolímpico.
Pero la defensa dejó tantas oportunidades a sus rivales que el sueño olímpico quedó en una pesadilla en el estadio Tres de Marzo.
Los nacionales nunca demostraron el juego alegre que se vio ante los Estados Unidos, sufrió un cambio negativo que acaba con las esperanzas de miles de personas y dejan dudas claras entre las fallas que se presentaron en la preparación.
Hoy será fácil criticar, pero es que no se jugó en lo absoluto. El arco demostró por momentos jugadas de atajadas de gran nivel, pero en otras no se pensó en nada, se dudó mucho y chao papá.
Fue un equipo muy débil, para el nivel que se puede presentar. Panamá pasó a un nivel inferior. La media cancha no supo ordenar el juego y los contragolpes de los hondureños hicieron gran mella.
Los cambios no funcionaron para Panamá, fue tan pobre el equipo que el único gol de los nuestros fue un autogol de los rivales.
El planteamiento falló, el rival fue tan superior que mereció ganar. Hoy no somos nada, somos un fracaso. El objetivo está en el piso.
Hoy somos exigentes, no se puede aceptar 7 goles en dos partidos, algo pasó... algo que no se entiende.
Emil Martínez puso el primero en un error defensivo a los 12 y de un tiro libre a los 27 minutos el 2-0. Jerry Palacios a los 77 dio la estocada final a Panamá.
El defensor hondureño Víctor Bernárdez marcó un autogol a los 24. Mañana jugamos contra Canadá y habrá que conocer lo que pasó en la noche amarga del 5 de febrero del 2004, la noche del fracaso... la noche del adiós... Donde dejamos el camino del Olimpo para entrar en la amargura.
Tanto que da este equipo y no resultó... Hoy otra vez queda demostrado la falta de fogueo, la falta de tantas cosas en una preparación que tienen que responderse.
Queda abierta la pregunta a la FEPAFUT a qué íbamos a Guadalajara... ¿A clasificar? o a foguearnos para la eliminatoria.
Mañana será otro día, contra Canadá a buscar la honra... lo de ayer es para reflexionar, analizar y aprender de estos errores. |