El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se aprestaba a anunciar el miércoles un sistema de control de cambio que busca apuntalar la moneda local en medio de una grave crisis política que enfrenta al mandatario con sectores opositores que demandan su salida del poder.
El esquema, que regirá desde el jueves y cuyos detalles se desconocen, también buscará proteger las reservas internacionales, golpeadas por un "paro cívico" de nueve semanas con el empresarios, sindicalistas y políticos opositores buscaron forzar la renuncia del mandatario.
Chávez, quien acusa a sus adversarios de "golpistas" y "oligarcas", aseguró el martes que con el control de cambio cerrará el grifo de divisas a los empresarios que intentaron "desestabilizar" a la nación petrolera.
El sector empresarial opositor, que esta semana abandonó virtualmente el paro al no soportar sus costos, denunció la medida como un arma política de Chávez, a quien acusan de ser enemigo de la industria privada y de querer imponerle al país un gobierno comunista.
El control cambiario, que anunciaría Chávez en la noche del miércoles, va "a ser utilizado como una herramienta política (para) doblegar la voluntad de aquellos empresarios que participamos en el paro cívico nacional", dijo Albis Muñoz, vice presidenta de la central empresarial Fedecámaras.
El gobierno dijo que también estudia controles a los precios de los bienes de primera necesidad, algunos de los cuales tienen un alto componente de materia prima importada, que será más difícil de adquirir con el esquema de control "integral". El 60 por ciento de los bienes que se consumen en el país son importados, afirmó el miércoles el presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández. |