"Cuándo se acaba esta vaina, ya estamos cansados de la bulla". De esta manera el señor Alfredo Uribe, quien reside en Vista Hermosa, área que colinda con la vía Transístmica y donde se realizan los "culecos capitalinos", expone su queja.Con más de 20 años de residir en el área, el señor Uribe, quien se define como un amante de la diversión y la fiesta, destaca que es "inconcebible" que ellos tengan que tener permisos para entrar y salir de sus casas, y sobre todo, aguantarse hasta la madrugada la bulla de los llamados toldos. A pesar de reconocer los efectos negativos que tiene para las comunidades de Bethania y Vista Hermosa los carnavales en la Transístmica, Uribe señala que al menos se ve mucho más orden.
MUCHA TOCADERA
También se registran quejas por la exhaustiva revisión que le hicieron a cada uno de los asistentes a los carnavales. Berta Navarro, una chiricana de 30 años, manifestó que se sintió humillada, cuando una policía la revisó de "cabo a rabo" para ver si llevaba algún arma.
La joven resaltó que en su tierra (Dolega) no pasa eso, y las personas que asisten a los culecos solamente se les verifica que no lleven armas ni sustancias tóxicas. Mientras que el director del SINAPROC, Roberto Velásquez Abood, dijo vía telefónica que los operativos que se han realizado han sido todo un éxito, y prueba de ello es que las estadísticas por accidentes han disminuido considerablemente.