Durante las fases tempranas del desarrollo del sistema solar, el planeta se vio bombardeado por toneladas de meteoritos e impactos de otros cometas.
"Esos impactos trajeron seguramente mucho material orgánico a la Tierra", señala Terry Kee, investigador de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, en relación con un tipo de fósforo más reactivo llamado "fosfinato", que no es oriundo de nuestro planeta.
Kee y su colega Dave Bryant han logrado reproducir esa materia orgánica creando condiciones "extraterrestres" en un laboratorio.
"Si alguien que tratase de descubrir signos de vida en otros planetas buscase fósforos y agua, condiciones en las que pueden desarrollarse otras formas de fosfatos, sería un buen lugar por donde empezar", señala Kee.
"Si esos fosfinatos pueden convertirse en moléculas de ácido ribonucleico (ARN), tendríamos un eslabón importante de la cadena de la evolución", explica el científico.