YA DESEA REELEGIRSE
Nuevo presidente Hugo Chávez
asume mañana el poder
Caracas
AFP
El nuevo presidente Hugo
Chávez asume el poder este martes bajo la promesa de transformar
profundamente Venezuela ante catorce mandatarios, dos jefes de gobierno
y representantes del mundo industrializado expectante ante la influencia
que pueda tener su política en la región.
Oficialmente se aguarda la asistencia de los presidentes Carlos Menem
(Argentina), Hugo Banzer (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Miguel
Angel Rodríguez (Costa Rica), Fidel Castro (Cuba), Jamil Mahuad (Ecuador)
y Alvaro Arzú (Guatemala).
Asimismo, de Janet Jagan (Guyana), Arnoldo Alemán (Nicaragua),
Ernesto Pérez Balladares (Panamá), Raúl Cubas (Paraguay),
Alberto Fujimori (Perú), Leonel Fernández (República
Dominicana) y Julio María Sanguinetti (Uruguay).
A último momento declinó viajar, por la grave crisis económica
de su país, el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso,
quien fue el primer mandatario con el que Chávez se reunió
tras ganar la presidencia.
En cambio, el mandatario uruguayo Julio María Sanguinetti partió
este domingo a Caracas.
Estados Unidos estará representado por su secretario de Energía,
Bill Richardson; Francia por su ministro delegado a la Cooperación,
Charles Joselin; y España por el príncipe Felipe de Borbón.
Igualmente, se aguarda la presencia de los primeros ministros Basdeo
Panday de Trinidad-Tobago y Susanne Romer de Curazao y Antillas Holandesas,
todas islas caribeñas vecinas a Venezuela, el secretario general
de la OEA, César Gaviria y el secretario general de la OPEP, Rilwanu
Lukman.
En Caracas se acentuaban este domingo los preparativos de recepción
de los dignatarios visitantes, se revisaban los dispositivos de seguridad
y se culminaba la limpieza de calles y avenidas céntricas.
Chávez, de 44 años, juramentará en el Congreso,
tras asistir a una misa Té Deum en la catedral y, como es su estilo,
pronunciará ambién un discurso ante una multitud en una transitada
avenida.
Teniente coronel del ejército dado de baja por encabezar la rebelión
militar del 4 de febrero de 1992, Chávez ganó las elecciones
presidenciales del 6 de diciembre con más del 56% de los votos, apoyado
por una coalición de izquierda y con la promesa de transformar el
país.
Para el efecto se propone llamar este 15 de febrero a un referéndum
para que la población decida la convocatoria de una Asamblea Constituyente,
su instrumento para "refundar" la república, según
sus palabras, susceptible de disolver el Congreso, reformar el poder judicial
y contener referéndums revocatorios de cargos públicos.
Hace una semana, Chávez dijo que le gustaría gobernar diez
años, pero se conformaría con uno si el país así
lo decide.
Arrolladoramente popular y dinámico, Chávez, que aún
no logra despejar temores en sectores especialmente económicos por
la agresividad de sus discursos públicos, visitó en las últimas
semanas Brasil, Argentina, Colombia, México, emprendió una
gira europea por España, Francia y Alemania, con estadía en
su retorno en Canadá y Cuba.
En la isla antillana, se reunió con los presidentes Fidel Castro
y Andrés Pastrana, comprometiéndose a ayudar a la pacificación
de Colombia.
Y este 27 de enero se entrevistó con el presidente Bill Clinton
en Washington, cerrando el capítulo de la negativa de la administración
norteamericana de negarle visa de entrada a su territorio por su pasado
golpista.
Cautamente, Chávez nunca reaccionó de modo airado ante
la medida, que Washington suspendió cuando ganó la presidencia.
Venezuela, junto con Arabia Saudita, es el principal proveedor de petróleo
de Estados Unidos y su séptimo inversor.
Chávez se comprometió a continuar siendo un suministrador
seguro de petróleo, respetar las privatizaciones e inversiones, y
no anticipó dramáticos cambios en la política económica,
asegurando, a la vez, que mantendrá la actual flotación de
la moneda sin restricciones cambiarías.
Su administración heredará una delicada situación
económica por la severa baja en el último año de los
precios petroleros, que ensanchó el déficit fiscal a 9% (9,000
millones de dólares), mientras la deuda externa consumirá
anualmente entre 3,500 y 4,000 millones de dólares.
Por ello Chávez anticipó que mantendrá una severa
disciplina fiscal, reformará el sistema de aduanas que cuesta a la
nación 7,000 millones de dólares vía corrupción,
reducirá el número de ministerios, y reformará el sistema
impositivo, introduciendo el delito de evasión fiscal.
Chávez asegura que su administración iniciará una
nueva era en la democracia venezolana de 41 años, que luce desgastada
por los vicios del sistema que se propone erradicar.
Sus adversarios, en cambio, le endilgan intenciones dictatoriales, y
Washington le advirtió que las relaciones con Caracas serán
muy difíciles si no cumple con sus compromisos y se aleja del camino
democrático cuando emprenda sus transformaciones estructurales.

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