EDITORIAL
Loor a San Juan Bosco
A consecuencia de ello, el pequeño Juan se dedicó desde muy joven a trabajos de jornalero. Fue sucesivamente pastor, aprendiz y saltimbanqui. Al mismo tiempo y siempre que podía ocupaba los pocos ratos de ocio al estudio.
A los veinte años entró en el seminario y el 5 de junio de 1841 fue ordenado sacerdote.
Don Bosco, apóstol de la juventud y hombre entregado al bien del prójimo, se dedicó con su amor e "ilusión" a la ayuda de los más necesitados. Creó patronatos y escuelas primarias y construyó basílicas. Fundó dos Congregaciones y una Orden Tercera - los Cooperadores Salesianos -, que cuenta actualmente con mas de quinientos mil miembros.
El día 31 de enero de 1888, fallecía de Turín, y sus restos mortales son visitados como sagrada reliquia en el Altar Mayor de la Basílica de nuestra Señora de la Ayuda.
En Panamá, la devoción al Santo de los Jóvenes empezó desde hace más de 50 años, y se ha ido esparciendo como el viento. Cientos de miles de peregrinos durante todo el año caen genuflexos a los pies de la imagen de este santo, en el templo dedicado a su memoria en el barrio de Calidonia.
Hoy, esa misma masa creyente abarrotará este templo para pedirle favores especiales a este hombre que fue constructor y maestro. La procesión recorre las principales calles del barrio de Calidonia, y antes de que caiga el sol la imagen es introducida a su casa para la misa solemne.
Serán momentos de mucha tensión espiritual y de gozo, durante los cuales el pueblo panameño y la jerarquía especialmente, pedirán al Dios bendito que ilumine esta patria tan necesitada de un milagro.
Don Bosco trabajó duro y consistentemente con los jóvenes. Los sacó de las calles para que disfrutaran en los "oratorios festivos" de un ambiente diferente y de crecimiento.
¡Cuánto se necesitan de esas obras hoy en Panamá! Los niños y jóvenes están a la deriva cada vez más envueltos en drogas y crímenes diversos. Y no se trata únicamente de la juventud menos favorecida, pues el problema de la drogadicción y la falta de inserción en la sociedad está a todos los niveles.
En la medida que pidamos protección a Dos Bosco, y dejemos que él actúe en nuestros jóvenes, estaremos construyendo una patria nueva, con valores nuevos que rehabilitarán la maltrecha columna vertebral de nuestra sociedad: la familia.
PUNTO CRITICO |
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