Es loable el respeto de Crítica Libre hacia el panameño común al permitirme expresar mis sentimientos por esta Patria tan magnánima, pero a la vez tan vejada por las hordas de los políticos caníbales, lo cual se manifiesta en la salvaje competencia por superar en corrupción al oponente o antecesor, resultando esto una pelea de elefante donde el pueblo, cual hierba es pisoteado y violado constantemente como víctima cautiva sin poder escapar y al que levante la voz, se le marca al igual que al medio de comunicación que cumpla con su noble misión de ser nuestro vocero.
Pero como dijo Don Quijote "Sancho: Si los perros ladran es porque andamos" de hecho tengo el honor de estar fichado por repudiar públicamente a estos bárbaros y afirmo esto porque reiteradas veces solicité ayuda (a la entonces primera dama, Dora Boyd de Pérez Balladares y a la actual presidenta Mireya) para mi hijo a causa de que este niño tiene una inteligencia poco común digna de ser cultivada por el Estado y estas dos flamantes personalidades se negaron a contestar a este humilde ciudadano; sin embargo veo con espanto cómo hoy con nuestros dineros se compran dos carísimas magistraturas y el otro se regaló un yate de costo millonario, y todas estas vejaciones a Panamá, fueron y son aplaudidas por los pasados y actuales legisladores al son que les tocaron y les tocan sus respectivos reyezuelos, sin embargo, para un niño genial no hay ni 10 centavos para hacerle una llamada de cortesía.
No me atrevo a afirmar que los tres mercenarios que vendieron sus servicios al gobierno de turno superen en inconciencia al resto de las hordas, ya que este rejuego político puede ser un ardid monitoreado para sacar al príncipe-ternero de la cúpula del PRD, en este caso la venta sería menos inmoral. Pero lo que sí afirmo es que tanto el Palacio Ejecutivo como el Legislativo, son dos chiqueros los cuales nosotros (como hombres pensantes y almas limpias) debemos limpiar, lo cual sin duda será una lucha titánica digna del semidios Hércules, que en un solo día limpiaría todo el estiércol acumulado desde 1968 hasta hoy en estos dos palacios-chiqueros.
Tal como hizo con los establos del rey Auguias donde defecaban 3000 bueyes y el cual no habían sido limpiados en 30 años de continuo uso y para lo cual desvió dos ríos. Tal vez hoy él podría desviar el río Chagres en la ruta requerida para la limpieza tan necesaria para la prosperidad de este pacífico pueblo panameño. |