En América Latina se viene gestando la revolución de las capas medias que se está constituyendo en una novedad y cuya representación se está dando en Argentina. Los cacerolazos tienen su antecedente más cercano en las protestas del pueblo chileno contra Allende y en Panamá contra Manuel Antonio Noriega.
Sin embargo, en ninguno de los dos casos lograron convertirse en una propuesta política que reemplazara a los partidos políticos y a los sindicatos que se convierten en los principales elementos de las crisis económicas que empobrecen a los pueblos latinoamericanos.
Pero en Argentina, las capas medias han estado al margen de los medios y de los grupos de presión, los colectivos políticos se reúnen en forma espontánea y el Internet juega un papel relevante como nueva vía de comunicación.
El Internet ha reemplazado al mimeógrafo de la revolución bolchevique y en el caso de Panamá al Fax. En el país del tango se está dando una nueva práctica política que ha llevado a la caída de dos gobiernos y mantiene a los militares en sus cuarteles.
Se puede decir que este tipo de rebelión y organización popular ha logrado mantener viva la lucha, tratando de sepultar a los llamados dirigentes de siempre. |