Al menos 24 refugiados burundeses, entre ellos mujeres y niños menores de 10 años, fueron quemados vivos por grupos armados cuando trataban de regresar a su país desde la vecina Tanzania, informó ayer la Agencia Burundesa de Prensa (ABP).
Los ataques ocurrieron los pasados 19 y 24 de enero en aldeas del noroeste tanzano cercanas a la frontera con Burundi, según la ABP, que cita a supervivientes de las matanzas. La agencia señala que los atacantes eran tanzanos, aunque ello no ha sido confirmado por otra fuente.
Dos grupos rebeldes burundeses que han utilizado la presencia de los refugiados en territorio tanzano para establecer en ese país bases de retaguardia se verían perjudicados si la población desplazada volviera a su país de origen. Medio millón de burundeses viven en Tanzania, adonde huyeron para escapar de la guerra civil que azota Burundi desde hace casi diez años. |