Cuantiosas pérdidas por inundaciones registra actividad platanera en Bocas de Toro

Leonardo Machuca
Bocas del Toro EPASA
La floreciente actividad platanera en la provincia de Bocas del Toro, ha sufrido uno de sus más grandes reveses de los últimos 20 años. Las desbordadas aguas del río Sixaola y Changuinola arremetieron contra aproximadamente 1,000 hectáreas de sembradíos ubicados a lo largo de una docena de comunidades del cordón fronterizo con Costa Rica. Las lluvias provocadas por varios frentes fríos que se formaron frente a las costas de ambos países, provocaron precipitaciones desde inicios del mes de diciembre el año pasado. En menos de 45 días se registraron tres inundaciones que causaron daños económicos considerables en residencias, comercios y algunas fincas bananeras y plataneras. El 12 de enero arreciaron los aguaceros a tal grado que dos días después, miles de hectáreas de ambos sembradíos se vieron inundados, varias casas fueron arrastradas en ambas orillas. Como venía sucediendo durante varios fines e año, los lugareños aseguraban que así como subieron rápidamente las aguas bajarían su nivel sin embargo no fue así. Varios cientos de moradores de Guabito, fincas 42, 43, 51, Puente Blanco entre otras, se vieron obligados a refugiarse en albergues temporales, ya eran dos días e hambre, sueño, frío y desesperanza pues las lluvias continuaban y los niveles de los cauces aumentaban. Al principio la llegada de ayuda fue lenta, al tercer día, el llamado de auxilio llegó a oídos de funcionarios, empresarios y ciudadanos que se solidarizaron con los tortugueros en desgracia. Cinco días después y luego de haber sido declarada la zona como de emergencia, aún permanecían inundadas por los menos 50 casas. Luego de acaloradas discusiones entre afectados y autoridades, una carretera fue partida en dos, para que el agua corriera y saliera de los hogares ajenos. Mientras el enfoque de las cámaras y la atención de los políticos, funcionarios y ciudadanía en general se fijaba en los 5,000 afectados, 250 damnificados, en órdenes incumplidas y solicitudes de cabeza, "miles se estaban ahogando". Una incalculable cantidad de plantaciones de plátanos permanecían bajo el agua Expertos en la materia aseguran que el risol de esta planta, soporta apenas 48 horas esta condición y ya iban cinco días lo que sin lugar a dudas significa, que todas se habían ahogada igual que los nuevos retoños o sea, la actual y futura generación destruida. El grito al cielo lo dieron unos 150 pequeños productores de sectores tales como Tiguer Hill, Las Delicias, Las Tablas, La Mesa y Wachó entre otras (de las riberas del río Sixaola), pero estos no fueron los únicos afectados varios productores de las riberas del río Changuinola y Cricamola, también vieron parte de sus fincas destruidas alcanzando un aproximado de 50 hectáreas más. Además de los productores existe otro factor que agrava la situación. Varias humildes familias en su mayoría indígenas dependen directamente de la actividad. Aún cuando no se especificó la cuantía del salario que devengan por la difícil labor, sí fue calificado como irrisorio pero lo cierto es que este, s el único sustento con que cuentan. Niños, mujeres y hombres sentados en cualquier rincón de la estructura de cemento llamada empacadora, se dedicaban por días completos de la faena y se observa, que algunos son tan pequeños que apenas pueden empuñar la fruta, pero desde ya son adiestrados para el manchado futuro que les espera. Producto de la emergencia llegan a la provincia altos funcionarios enviados por la Presidenta de la República, Mireya Moscoso, Rafael Flores Carvajal, Viceministro de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Gretel Villalaz, viceministra de Obras Públicas (MOP), Abelardo Amo Zakay, director nacional del Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA), José María Herrera, director nacional del instituto de Seguro Agropecuario (ISA), Edwin Zúñiga, por el Fondo de Inversión Social y otras altas autoridades locales, se reunieron con los productores. Por su parte, el director nacional del BDA, dijo que inmediatamente se daría la orden, para que se le concediera una prórroga en el pago, de aquellos productores que mantienen deudas con el banco. Agregó, que en las oficinas de Changuinola se atendería, a todo el que por primera vez necesitaría préstamos y que la atención sería expedita dada la difícil situación. Contamos con una cartera crediticia de 25 millones a nivel nacional y siempre daremos prioridad en casos, como el que nos ocupa, aseguró el director. El titular del ISA, dijo que en seis meses se traerían expertos cubanos, que harían un evalúo y posterior recomendación, que serviría como base para fijar una prima y así asegurar todas las plantaciones de los productores sin importar la cantidad que fuera. Esto permitirá que los productores trabajen con más tranquilidad, el Seguro Agropecuario ya ha dado sus frutos y muestra de esto, es el pago de más de 100 mil dólares que realizamos en el interior de la República por las pérdidas de unos arrozales, enfatizó.
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Al principio la llegada de ayuda fue lenta, al tercer día, el llamado de auxilio llegó a oídos de funcionarios, empresarios y ciudadanos que se solidarizaron con los tortugueros en desgracia.
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