La belga Kim Clijsters aplacó la revolución china, representada por Na Li (3-6, 6-3 y 6-3), a la que privó de la conquista del primer Grand Slam para el tenis asiático en el Abierto de Australia, que se dirigió a su particular cosecha de grandes éxitos, el primero al margen de Nueva York.
La victoria para Clijsters quizá fue su última presentación en el Parque de Melbourne. Clijsters había dicho que 2011 podría ser su última temporada completa de competencia en el circuito.