SIN COMPROMISO ¿Y después qué...?

Amett Pérez K.
Crítica en Línea
Las jugadas acumuladas era algo que debía darse hacía rato, porque resultaba absurdo que se continuasen pagando, en reiteradas ocasiones, la trifecta y cuatrifecta con solamente acertar el ganador de una carrera, igualmente con registrar dos de tres carreras en pool de tres. Pienso que para lo que ha servido esto de las jugadas acumuladas, es para que el pool de tres se apueste por separado. Ojalá también se hiciera con la dupleta, que es otra de las jugadas en las que hay que darle descanso a los apostadores. Precisamente, acerca de la palabra descanso, es importante que la empresa operadora realizara un estudio sobre el hecho de que se juegue la trifecta en todas las carreras, así como también de la cuatrifecta desde la quinta en adelante, y de esta forma se darían cuenta qué es lo que más le gusta o prefiere el dueño del espectáculo: el público apostador. A través de una investigación de mercado se podrá conocer qué prefiere el que juega su dinero. Así se sabría, a ciencia cierta, si la cantidad de jugadas de la trifecta es de su agrado o simplemente lo cansa. Referente a las jugadas acumuladas, considero que también se debió realizar un sondeo para saber la opinión de los apostadores en cuanto a si cuando no se acierte la trifecta, cuatrifecta o pool de tres, sería mejor que se ponga en juego en la siguiente carrera o al día siguiente. Mi opinión es que debería ser al día siguiente, porque las personas que hacen sus jugadas adelantadas y luego por compromisos personales o laborales, no pueden acercarse ese día nuevamente a una agencia o al hipódromo y quedan "out" del incentivo, que consiste en sumarle una cantidad de dinero a determinadas jugadas. Pero esperamos que si lo que se dispuso no resulta, que en la próxima se tome en cuenta al que apuesta su dinero, porque a ese es al primero que hay que hacerlo sentir cómodo. Sin embargo, como decía en mi columna anterior, las jugadas acumuladas no son las que van a levantar a la hípica y sacarla de la difícil situación que atraviesa, por lo que la interrogante a la empresa operadora es ¿Y después qué...? Porque la población caballar sigue débil, la mayoría de los establos continúan en estado deplorable, el sistema de acotejamiento es un desastre y se vislumbra una baja en los premios, a menos que el ritmo de las apuestas sufra un cambio radical.
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Sin embargo, como decía en mi columna anterior, las jugadas acumuladas no son las que van a levantar a la hípica y sacarla de la difícil situación que atraviesa, por lo que la interrogante a la empresa operadora es ¿Y después qué...? Porque la población caballar sigue débil, la mayoría de los establos continúan en estado deplorable, el sistema de acotejamiento es un desastre y se vislumbra una baja en los premios, a menos que el ritmo de las apuestas sufra un cambio radical.

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