Endara insiste en nexos de obreros con intentona golpista

Agencias
Internacionales
El ex presidente Guillermo Endara insistió ayer ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los nexos de un grupo de trabajadores que despidió en 1990, con la intentona golpista en su contra promovida por el coronel Eduardo Herrera. Endara y su vicepresidente Guillermo Ford, actual embajador de su país en Washington, declararon ante el máximo tribunal hemisférico de derechos humanos en el caso "Baena Ricardo y otros" en que se acusa al Estado panameño por el despido arbitrario de 270 trabajadores en 1990. El caso es el primero en llegar a esos altos estrados donde el asunto central es la supuesta violación de derechos económicos y sociales por parte de un Estado del hemisferio. Aunque sin ofrecer pruebas, Endara sostuvo que basado en "informes de inteligencia (investigación militar)" que únicamente él conocía, supo de los vínculos entre la marcha de protesta del 4 de diciembre promovida por los sindicalistas con la asonada del coronel Herrera. La marcha sindical coincidió con la liberación del coronel Herrera que guardaba prisión en la isla de Naos, aparentemente por leales suyos en las desmanteladas, en este entonces, Fuerzas de Defensa de Panamá. Para Endara se trató de una "coincidencia extremadamente obvia" entre la protesta sindical y la "liberación" de Herrera, que había sido destituido como director de la Policía Nacional. Además, afirmó, "existía una conexión histórica (de algunos sindicalistas) con el régimen militar" del ex general Manuel Antonio Noriega. Para hacer frente a ese intento desestabilizador "tomé una decisión espantosa, la más dura que jamás he tomado, de pedir la intervención (de fuerzas militares estadounidenses) para salvar la democracia que estaba en pañales", declaró el ex gobernante. Fuerzas del Comando Sur de los Estados Unidos, acantonadas en Panamá en ese entonces, participaron en hacer frente al movimiento militar y consiguieron el arresto de Herrera. Interrogado por los abogados demandantes, de porqué no presentó acusaciones penales contra los trabajadores, a quienes señaló de desestabilizar el régimen democrático y atentar contra la seguridad del Estado, Endara respondió que "nunca quise encarcelar" a los obreros despedidos, porque en las cárceles panameñas "se violan los derechos humanos". Afirmó que "nunca suspendí las garantías constitucionales" y subrayó que los trabajadores despedidos tuvieron la oportunidad de "un debido proceso". El ex gobernante (1989-1994) que en medio de una severa crisis económica y política asumió el poder tras la invasión de fuerzas militares estadounidenses a su país, el 20 de diciembre de 1989, sostuvo que el grupo de Herrera pretendía "acabar con el sistema democrático y volver a instalar la anterior dictadura militar". "No se si existen (pruebas), pero era evidente la aparente coincidencia" entre la protesta sindical que fue creciendo y preparándose durante seis meses y el alzamiento militar promovido por Herrera, afirmó a su vez, el ex vicepresidente Ford. El funcionario, que Endara, dijo no recordar las declaraciones del ministro de Gobierno y Justicia, Ricardo Arias Calderón, de que no existía ninguna relación entre ambos movimientos.Arias, que figuraba como testigo , se excusó de asistir por salud.
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El funcionario, que Endara, dijo no recordar las declaraciones del ministro de Gobierno y Justicia, Ricardo Arias Calderón, de que no existía ninguna relación entre ambos movimientos.Arias, que figuraba como testigo , se excusó de asistir por salud.
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