Rebeldes buscan imponer agenda en diálogo
de paz en Colombia

La FARC desea que se realice el canje de
prisioneros, para así proseguir con las negociaciones de paz en Colombia.
Foto AP

Bogotá
REUTERS
La suspensión unilateral
del diálogo de paz por parte del mayor grupo guerrillero de Colombia
busca imponer una agenda acomodada a sus propios intereses, dijeron el miércoles
diversos sectores políticos.
Los especialistas coincidieron en que las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC), con 15,000 hombres alzados en armas, quieren poner sobre
la mesa el canje de militares retenidos por guerrilleros presos y la lucha
frontal contra sus más aguerridos enemigos, los grupos paramilitares.
"El anuncio de congelamiento del diálogo me parece una falta
de seriedad tremenda por parte de las FARC. Ya se había establecido
que el proceso comenzaba en un contexto de guerra, es decir, con el accionar
de todos los sectores violentos y uno de ellos son las autodefensas (paramilitares)",
indicó Rafael Orduz, senador independiente.
Las FARC, el grupo rebelde más antiguo de Latinoamérica,
envió la noche del martes una comunicación al presidente Andrés
Pastrana en la que informan acerca de la suspensión de las conversaciones
con el gobierno, menos de dos semanas después de iniciados los contactos.
El comandante de las FARC, Raúl Reyes, dijo que las conversaciones
sólo serían reanudadas cuando Pastrana consiga "resultados
satisfactorios" en la lucha contra los paramilitares, que mataron a
más de 140 personas en cuatro días de enfrentamientos este
mes.
Pero la decisión fue catalogada como una exigencia más
por parte de la guerrilla, que logró que el gobierno autorizara despejar
por 90 días un territorio de 42.000 kilómetros cuadrados al
sur del país, equivalente a dos veces la extensión de El Salvador.
"Lo que está ocurriendo es que las partes se van midiendo
el aceite y en este sentido las FARC siguen estudiando el terreno a ver
si se meten en un proceso de negociación", afirmó Juan
Gabriel Uribe, miembro de la comisión de acompañamiento del
proceso de paz.
La guerrilla izquierdista tiene mucho interés en el canje de
unos 450 rebeldes encarcelados por 350 militares que ha retenido, luego
de feroces ataques contra bases del ejército y la policía.
Mediante la liberación de los 450 guerrilleros, las FARC podrían
conformar cuatro frentes más de lucha, que se sumarían a los
60 con que ya cuentan a lo largo y ancho del país.
"Todo el mundo ha dicho que (el canje) no es una condición
para el diálogo, pero el canje está siendo una prioridad para
el proceso de paz", dijo Uribe.
El tema del canje iba a ser tratado en una reunión especial el
miércoles entre delegados del gobierno y la guerrilla, la cual finalmente
quedó aplazada para el 26 de enero.
"Las FARC abrieron en dos una agenda y en ambas vertientes mantienen
un severo pulso", indicó el miércoles un artículo
de portada del diario El Espectador, uno de los de mayor circulación
del país.
La arremetida paramilitar que acentuó el nerviosismo en las filas
rebeldes, comenzó el 7 de enero, el mismo día que arrancaron
oficialmente las conversaciones de paz entre las FARC y el gobierno.
Los escuadrones de la muerte dijeron que la mayor parte de sus 140 víctimas
eran combatientes izquierdistas o cercanos simpatizantes.
Las FARC y organismos internacionales de derechos humanos han indicado
que las bandas de paramilitares son parte de una política encubierta
de contrainsurgencia del gobierno.
En tanto, el gobierno ha centrado sus esfuerzos en expresar públicamente
su rechazo a esta clase de organizaciones con las cuales también
busca negociar, pero en mesas separadas a las de la guerrilla.

|