Cuando el ruido dentro de ti es insoportable, una de las únicas soluciones aparente es la creación, el planteamiento de otros mundos, el ejercicio de introspección, el vernos hacia dentro, ordenarnos desde adentro... entonces así silenciar ese ruido, sólo así.
Si logramos ese extraño acierto de absoluta calma y, le damos paso a nuestro ensimismamiento, iniciamos el andar hacia el interior para explorarnos, adentrarnos en nosotros, buscamos, agitamos a las criaturas en nuestro interior, azuzándolas, provocándolas, causando una estampida tal, que después nos es difícil hacerlas dormir nuevamente, ya nos es imposible ignorar su existencia; quizás no queramos acallarlas, nos son más útiles afuera que dentro de nosotros. Claman por salir, ser escuchadas, lucirse, siempre en busca de sosiego; a la expectativa de lo que pueda suceder, temerosas de la única arma letal para ellas... el olvido. Alternan plácidamente, se alimentan de nuestras venturas y desventuras; a lo largo de miles se encuentran estos seres, en sus formas elevadas, exquisitas...
Beben de nuestras lágrimas... espantándose con cualquier barullo de reproche en nuestra contra; huyen hasta agotarse; remontando el retorno únicamente cuando estamos solos, entonces nos acompañan.
Despertarlas es despertarnos, tomando el rol que nos corresponde, el de creadores, amasando, con algunos trozos robados; animales únicos irrepetibles, portentosos; cada uno de ellos con algo en común... NOSOTROS MISMOS.
Se auto-mutilan, se reinventan, con esa imperiosa necesidad de mutar sus propias existencias, contradictoriamente esto sucede en un espacio donde no existen apuros, ni contratiempos, juguetean y socializan, buscando su par.
Alguna vez alguien me habló de sueños con extrañas criaturas; logrando acuñar un prontuario de quimeras, así supe que no era sólo yo quién las trataba, que sí existieron y que existen, procuraré que el tiempo en que caminaron junto a mí dejara una onda huella, ahora sé que el olvido no las alcanzará jamás, están seguras, a salvo; ahora ya hace años del hallazgo de tropezarme con ellas, fué de profunda lección para la persona que fuí, y la que espero ser.