Me dijeron que hace años unos empresarios alemanes quisieron instalar un negocio en Chiriquí, pero no se atrevieron. Señala la "leyenda urbana" (cuento popular), que varios personajes de aquella provincia pidieron "propina" a los alemanes para que pusieran el negocio.
Tanto fue el descarado "salpique" que ahuyentaron a esos empresarios.
¿Cuál era el negocio que pudo ser de tremendo beneficio para los chiricanos?
Consistía en procesar toda la basura de Chiriquí hasta Veraguas y convertirla en ¡negocio!
Ellos se comprometían a recoger la basura en esas dos provincias, sin costo alguno para sus ciudadanos!
Siempre recuerdo esto cuando me entero de los problemas que hay en casi todo el país con la basura.
Esta vez el "premio" a la mala recolección de la basura le correspondió al distrito capital. Pero por muchos años hemos conocido de problemas con los vertederos.
Es lógico que ningún municipio quiera que le echen la basura de otros. Esos vertederos, si no se tratan de manera adecuada, se convierten en nidos de malos olores e infecciones.
Sería conveniente saber cómo se soluciona este problema en países más desarrollados que Panamá, y que tienen más basura.
Por allí salen publicaciones que señalan que en Europa hay países donde la basura la queman (sin contaminar el medio ambiente), luego de sacarle metales que se reciclan.
Al final, las cenizas se utilizan como "arena" para hacer bloques y mezclarla con cemento. He visto fotos de esto...
Por ejemplo: esas miles de llantas viejas se procesan y logran alambres y un material que se puede usar como asfalto, o para suela de sandalias de playa.
Ni qué hablar de convertir la basura "orgánica" (alimentos, etc.) en abono.
Cuando niño, aprendí que se podía hacer un hueco en la tierra, se echaban capas de basura y tierra. Luego de semanas, se había convertido en abono para plantas y flores.
Pero aquí en Panamá la basura se ha convertido en motivo de "guerra política".
Esperamos los ciudadanos que ahora la Autoridad de Aseo mejore la recolección de basura. Después de todo, gastar más de ochenta millones de balboas en la capital, debe tener algún efecto en este viejo problema.