CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no denuncio actos delictivos
Muchos delincuentes se escudan en el silencio de la comunidad para salir impunes de su enfrentamiento con la ley y la justicia. Cuando un maleante hace de las suyas en un barrio, los vecinos (algunos, porque gracias a Dios no son todos) no ayudan a las autoridades para identificar a los infractores, para detener a los antisociales. Por el contrario, el silencio es la tónica. A veces, la mayoría de las veces, el motivo de esta aparente indiferencia es el miedo. Temen que la maleantería les ataque o les haga daño si hablan. Pero en muchos de los casos lo que impera es la indolencia. Dicen que como les pasó a ellos, no es de su incumbencia lo que ocurre. Y cierran sus puertas y ventanas ante la desgracia del vecino. Consecuencia: la criminalidad aumentando y la comunidad sufriendo. ¡Hasta que le pase a cada uno en su casa... en la salud de sus hijos!
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