Tras el asesinato del colombiano José Luis Martínez Cabarcas, de 34 años, ocurrido la noche del miércoles en la barriada La Riviera, en Pedregal, las autoridades manejan como tesis que el hoy occiso fue blanco (aparentemente) de un tumbe de drogas.
La víctima identificada un días después del hallazgo, resultó muerto por asfixia.
Su cuerpo fue dejado por sus homicidas en medio de la vía del mencionado sector. Se encontraba, atado en sus extremidades superiores e inferiores, y tenía un cartucho negro de basura cubriendo desde a cabeza hasta parte del torso.
Trascendió que aparentemente los victimarios lo forzaron a decir cierta información. Los investigadores manejan pistas de que los posibles homicidas viven en San Joaquín.