Este año 2010, aumenta tu fe en lo que anhelas o deseas. Ponte propósitos y metas, para poder lograr alcanzar lo que aspiras para ti. Si analizas, el tiempo pasa muy rápidamente (por ejemplo, un periodo de cinco años de gobierno). Empieza este año a conquistar tus sueños casi olvidados y a recuperar o resarcirte, lo que el tiempo pasado no te permitió adquirir. Termina la carrera o el estudio que dejaste inconcluso, comienza a perfeccionarte profesionalmente e intelectualmente más. Nunca es tarde para iniciar algo nuevo y mucho menos para aprender. Igualmente para obtener nuevos logros y propósitos buenos en la vida.
Sobre todo, ten mucha fe, esfuerzo, y firme determinación a lo que vas a comenzar a realizar. No permitas que ningún obstáculo nuble o impida tus sueños o esa superación profesional o personal que te has impuesto lograr. Y si esa fe, siempre está acompañada primeramente en nuestro Dios Todopoderoso y su Hijo Jesús, de seguro te darán el ánimo y la fuerza suficiente, para culminar con éxito lo que te propusiste. Porque la fe disipa toda duda, no le da lugar a la incredulidad; ella actúa positivamente en la mente y el corazón de las personas, borrando todo temor.
Hace al individuo más fuerte y confiado. Logra que las personas obtengan esas ilusiones, que en un tiempo para algunos fueron inalcanzables. La fe que se tiene en Dios y en uno mismo, produce confianza y seguridad en lo que se cree. Ayuda también a crecer espiritualmente, porque es grande la fe que se tiene. La fe produce paciencia, perseverancia y el buen ánimo en el individuo.
Hay que asegurarnos que nuestra fe nunca falte, que crezca cada día en Dios, en nosotros y en los que creemos y hacemos. La fe proporciona tranquilidad y paz. Feliz nuevo año y que tus objetivos, propósitos y metas sean logrados y alcanzados con fe, sobre todo en Dios y en Cristo Jesús, amén.