Luz que opaca el sufrimiento familiar

Angel Santos Barrios
Crítica en Línea
Jorge Daniel Ríos es un niño de excelentes calificaciones y corazón de adulto. Con sólo 10 años de edad vive con su madre y cuatro hermanos en una humilde casa localizada en la comunidad de Boca de Parita del corregimiento de Monagrillo, distrito de Chitré. Su padre Daniel Ríos, era un vendedor de raspados, actividad con la que mantenía a toda la familia pero, lastimosamente, hace un año fue atropellado por un auto, muriendo a raíz de las graves heridas recibidas. Desde ese momento, Catalina Valdéz, progenitora de Daniel, hace las veces de madre y padre, lo que le resulta extremadamente difícil al no contar con entradas económicas que ayuden a solventar las necesidades que se presentan en el hogar y sus seres queridos. Sin embargo, hoy 1 de noviembre en conmemoración del "Día del Niño", la tristeza que embarga a Daniel por la pérdida de su padre y por las limitaciones que le impone la pobreza, han sido opacadas por la luz que irradia su alma infantil, al ser escogido como director provincial del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) de Herrera. DISTINCION ACERTADA Tradicionalmente, la región de Azuero distingue en esta fecha a los niños sobresalientes de las diferentes escuelas primarias con un día al frente de los cargos municipales, en lo que se denomina el Consejo Infantil. Mientras tanto, las otras dependencias gubernamentales como direcciones regionales de los distintos ministerios, se premian a los hijos de los funcionarios de acuerdo a las notas académicas o simplemente so elegidos al azar. Este no fue el caso de la Dirección Regional del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) que optó por homenajear a destacados estudiantes que, además de los excelentes rendimientos académicos, sean humildes y de bajos recursos económicos. El director del MICI, Eliécer Lao, en conjunto con la directora de la escuela de Boca de Parita, Ilka Mariela Casas, escogieron a los estudiantes Jorge Ríos de IV grado para ocupar durante el día de hoy el cargo de director del MICI y a Osiris González como subdirectora de la institución, a quienes se les organizará una pequeña pero significativa fiesta. UNA AYUDA PARA LOS RIOS Catalina Valdéz nos relató un poco consternada que tiene cinco hijos, uno de los que no fue conocido por su esposo debido al accidente que cegó su existencia, sin embargo, la inteligencia de Daniel la reconforta un poco ante las adversidades que se le presentan y demuestra su gran corazón de madre cuando dice con orgullo "quiero que él siga adelante". Para mantener su hogar, Catalina recibe 20 balboas mensuales que le brinda el Club de Leones de Monagrillo y acaba de recibir una casa a través del PARVIS, sin embargo, solamente cuentan con la estructura, careciendo de muebles, sillas y mesas, teniendo que dormir en el piso. Como si fuera poco, la vivienda se encuentra ubicada detrás de unas porquerizas, por lo que constantemente se percibe el mal olor de los animales. Esta abnegada madre que, a pesar de la dura realidad que atraviesa junto a los suyos ha sabido seguir adelante, nos confiesa que su más grande deseo es que su casita cuente con luz eléctrica para que sus niños puedan estudiar por las noches y un televisor "porque mis hijos tienen que ir a lugares muy distantes a ver sus programas favoritos y temo que un auto les haga lo mismo que a su padre". Esta hermosa familia se yergue majestuosa como un ejemplo de lo que la unidad familiar y el amor pueden lograr, porque no importan los obstáculos que se presenten en nuestro camino, si tenemos fe, tarde o temprano las habremos superado. Los Ríos necesitan el apoyo de aquellos corazones que desinteresadamente ayudan al prójimo. La vida es buena y por ello tenemos la obligación de mejorarla y, si ninguno de nosotros está dispuesto a devolver algo de lo mucho que se ha recibido, nos estaremos burlando de tener tantos privilegios.
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