EDITORIAL
Nuevo castigo al usuario
El aumento de la tarifa de energía sin duda será un duro golpe para la economía de los panameños y el sector empresarial. Será el regalo de nuevo año. Todo se repite en espiral y al igual que a inicios del presente año, en enero del 2001, se nos viene un incremento del 8 por ciento para los casi 500 mil usuarios de las empresas distribuidoras. El causante del incremento son los altos precios de los combustibles para operar las plantas térmicas. Por herencia de la administración del IRHE a cargo de Fernando Aramburú Porras, se les obliga a las distribuidoras a comprar entre el 40 y 50% de la energía a generadoras que operan con derivados del petróleo. El búnker C, principal combustible utilizado para operar las plantas térmicas, registra un aumento del 35% en sus precios. El Ente Regulador poco o nada podrá hacer para evitar el alza en las tarifas a los usuarios. El gobierno ahora no podrá acusar al director de ese organismo José Guanti, de no tomar las medidas para evitar ese incremento. Ya Guanti no está y su reemplazo deberá asumir la misma decisión que éste adoptó antes de renunciar a su cargo: autorizar el incremento de la tarifa. El problema está que la mayoría de las empresas apenas pueden enfrentar la crisis económica que hay en el país y un alza de la tarifa de electricidad, sólo contribuye a empeorar las cosas. El panorama es más inquietante para los hogares panameños, que apenas logran ingresos para cubrir sus necesidades mínimas. El gobierno debe buscar alternativas para tratar de que ese aumento inevitable afecte en lo menos posible a los panameños. Hay que actuar con tiempo y no dejar las soluciones para última hora, como casi siempre ocurre en las esferas oficiales.
PUNTO CRITICO |
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