CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no soy ahorrativo
El panameño se deja llevar con mucha facilidad por las engañosas promesas de la sociedad de consumo. Todos quieren tener el último pantalón de marca, las zapatillas que aparecen en los anuncios de televisión, el carro ese... la colonia aquella. ¿Y qué decir de los eventos, principalmente de fiestas, que son anunciados aquí y allá? Por eso es que cuando tienen un poco de dinero, los panameños corren a gastarlo. En estos tiempos de crisis económica, lo que se impone es la costumbre personal del ahorro, el inculcárselo a los menores, para que se vaya construyendo una comunidad de hombres y mujeres ahorrativos. De lo contrario, seguiremos siendo una sociedad que vive del crédito inflado y ficticio, donde más son los que deben, y deben más allá de lo que son capaces de pagar en el futuro. Por el bien del país, hagámoslo.
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