Dolorosas repercusiones por informe sobre desaparecidos en Chile

Santiago de Chile
AP
Dolorosas repercusiones provocó el informe del presidente Ricardo Lagos sobre desaparecidos durante el régimen de Augusto Pinochet, en el que, por primera vez, los militares reconocieron cómo eliminaron a 200 de sus opositores. El mandatario, que anoche calificó de "crudo y doloroso" el informe, rechazó ayer la posibilidad formulada por el jefe de la Armada de condicionar la situación del país a la entrega de nuevos antecedentes sobre el resto de los 800 desaparecidos sobre los cuales no se entregó información. "No creo que nadie pueda condicionar información a algo. Sería muy lamentable que Chile pensara que alguien puede condicionar la información que conoce a que otros hagan determinados gestos. En este tema la información se entrega a partir de la conciencia moral de cada chileno", dijo Lagos. El almirante Jorge Arancibia manifestó que se puede seguir investigando sobre el paradero de los desaparecidos "sólo si se cambian las condiciones del país" en alusión a los problemas judiciales que enfrenta Pinochet. El informe coincidió con el desafío de Pinochet al juez que intenta procesarlo al no acudir a exámenes médicos y a negarse a ser interrogado, aduciendo supuesta arbitrariedad del juez Juan Guzmán. El sentido discurso en el que Lagos reveló la información entregada por los militares y diversas iglesias suscitó reacciones emotivas, pero también de disgusto de familiares de las víctimas. "Es muy doloroso, después de haber luchado tanto por encontrarlo, saber esta noche que no lo voy a hallar, porque quisiera encontrar sus restos, pero saber que está en las profundidades del océano me rebela, es terrible", dijo entre sollozos la presidenta de la Agrupación de Familiares de los Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz, cuyo padre, Víctor Díaz, fue lanzado al mar. Además de Víctor Díaz el informe contiene antecedentes sobre el destino que tuvieron otros dos connotados desaparecidos: Víctor Díaz, subsecretario general comunista, Jorge Muñoz, esposo de la actual secretaria general comunista, Gladys Marín, y Andrés Pereira, padre de la abogada activista de derechos humanos Pamela Pereira. La abogada Carmen Hertz, viuda del desaparecido periodista Carlos Berger, denunció este mediodía que en la información entregada por los militares se habrían falseado hechos, señalando que las víctimas fueron lanzadas al mar. "Esta supuesta entrega de antecedentes es un fraude, esto es mentira, es falso, es una falta de respeto no sólo con los familiares, sino con la sociedad, puesto que de los casos entregados no más de 30 tendrían precisadas las coordenadas para ubicar sus restos", dijo Hertz. En el oficialismo la información fue recibida con moderado optimismo. "Este es un primer paso hacia el reencuentro" entre los chilenos, dijo el presidente del Partido Socialista, Ricardo Núñez. Según los antecedentes aportados por los militares, 151 prisioneros fueron lanzados al mar, ríos y lagos, 20 arrojados a fosas comunes y 29 estarían sepultados en zonas terrestres. En la oposición derechista, aliada a la dictadura de Pinochet, se destacó el gesto de los uniformados, pero se criticó la forma como el gobierno y Lagos manejaron el informe. El senador Sergio Romero dijo que "ha habido una parcialidad en el enfoque que se le ha dado por parte de algunos sectores de la sociedad a lo ocurrido en el pasado. Creo que ha habido falta de reconocimiento a que no sólo hubo una situación de un lado, sino que también hubo una situación de otros sectores que fueron los que hicieron posible lo que pasó".
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