La Corte Suprema de Justicia está muy preocupada por usar la toga a tal punto que los problemas de la justicia han sido dejados a un lado para justificar el traje.
La toga era la prenda principal exterior del traje de los romanos, hoy la usan en muchos países los magistrados, letrados y catedráticos, para darle formalidad de rito a la aplicación de la justicia.
¿Se resuelven los problemas de la justicia con la toga?.
¿Gana más credibilidad la justicia si los jueces y magistrados usan un uniforme?.
Los problemas de la justicia no se resolverán con el uso de una toga.
Por el contrario, para el ciudadano que reclama cárcel para los corruptos y un sistema donde la política no tenga sus garras, uniformar a los administradores de la justicia hasta parece una burla.
Hay que resolver primero las carencias que hay en los juzgados municipales, en las provincias, la falta de acción en los juzgados de familia frente al hombre maltratador o aquel que abandona a sus hijos.
La Corte Suprema no puede quitarse de encima las graves acusaciones que hizo el magistrado Adán Arnulfo Arjona sobre presuntos casos de corrupción y manipulación de fallos, las decisiones que a última hora salvan a los políticos y una aparente decisión de no tener en la cárcel a ningún delincuente de cuello blanco.
Primero hay que acabar con los nombramientos políticos en la Corte y la creciente percepción de magistrados que responden a bandos políticos y no a lo que la justicia debe representar para los ciudadanos.
Los panameños quieren un Órgano Judicial alejado de los vaivenes que producen las pugnas con decisiones que acaben con la impunidad y le digan a los delincuentes que a la justicia panameña no le tiembla la mano.