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CUARTILLAS
Fracasos
Así que el asunto de los fracasos es de todos: profesores, malos planes de estudio, irresponsabilidad del alumno y poca orientación vocacional.
 
Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
Allá en los años cincuenta, en el Instituto Nacional enseñaba Física el profesor Salvat. Cuando lo conocí era un viejo agradable, que estaba enterado que a muchos jóvenes no les gustaba su materia. Por eso, tal vez, decía a principios de curso: "yo no fracaso a nadie, porque la vida se encargará luego de fracasarlos". Esta filosofía educativa del profesor Salvat tranquilizaba a los estudiantes que tenían que dar Física por obligación, aunque no sintieran ningún interés por esa materia. Pero no todos los profesores eran tan comprensivos como él. Recuerdo con disgusto a uno de Química, que amargó la vida de todo un salón porque creía que su materia era la más importante del bachillerato. Además, no tenía mayor habilidad para enseñar y hacía su clase aburrida. Le organicé huelga que atrajo incluso a funcionario del Ministerio de EDUCACION Al final, pasamos como pudimos, "raspando" el tres. Y que Química sólo recuerdo la fórmula del agua... y el mal trago del curso con el profesor poco habilidoso. Los estudiantes creen que el profesor (maestro) se deleita fracasando. En realidad, los que fracasan son los mismos alumnos y el educador solamente es el encargado de poner las notas. Por eso, al comenzar mis clases, les indico a los jóvenes que tengo por costumbre poner muchos exámenes y trabajos, porque así habrá menos fracasos. Este año recién terminado, en un curso sobre cómo hacer noticias hubo veinticuatro calificaciones. "Si una persona fracasa con tantas oportunidades para mejorar nota, es que fue irresponsable... o sufre problemas mentales", digo con mucha seriedad. Me he enterado de la gran cantidad de fracasos que se dio en materias de secundaria como Física, Química y Matemáticas. Miles de padres de familia pasaron por la vergüenza de "tener un hijo fracasado". No me extrañaría que algunos jóvenes hayan disminuido su auto-estima por tal razón. Por supuesto que a veces el educador es responsable del bajo rendimiento de sus alumnos. Si dicta las clases de manera mecánica, sin entusiasmo, no utiliza modernos métodos de enseñanza y no entusiasma al joven, tendrá parte de la culpa en los fracasos. Pero... la experiencia universitaria me indica que muchos jóvenes fracasan, sencillamente porque ¡no estudian lo suficiente! Llegan adormilados al salón por haber estado en discotecas, o tienen la mente en otra parte, por causa de amores de juventud, y la inestabilidad que da la adolescencia, etc. Sencillamente, son unos irresponsables como estudiantes y luego al llegar el fracaso, le echarán la culpa a todo el mundo, menos a ellos mismos. A propósito, a veces la escuela secundaria no comprende la vocación del estudiante. Así pasó con mi hermano Orlando, en el Instituto Nacional. El no pasó matemáticas en tercer año, y el profesor le aconsejó a mi madre que lo sacara, porque "no todos los jóvenes pueden ser bachilleres". Me opuse. Orlando pasó al año siguiente la materia y siguió el Bachillerato de Artes, que no exigía más matemáticas. Al graduarse, Orlando fue el primer puesto de honor en francés. Luego, el mejor alumno de Escultura de Carlos Arboleda, y se ganó una beca para estudiar en la mejor academia en España, donde finalizó sus estudios. Y el profesor de matemáticas que recomendó sacarlo del bachillerato, no pasó de allí, lleno de números y fórmulas, pero nada más. Por eso a veces pienso que el profesor Salvar tenía algo de razón: la vida al final de cuentas es la que fracasará de verdad al ser humano. Así que el asunto de los fracasos es de todos: profesores, malos planes de estudio, irresponsabilidad del alumno y poca orientación vocacional.
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