CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, malgasto el dinero delante de los pobres
Comer un suculento plato de comida, olorosa y llena de colores admirables, frente a una persona hambrienta y casi muerta por falta de alimentos, es un pecado muy grande. Más si lo haces sin que te importe lo que ese prójimo sufre ni su hambre ni su impaciencia por no recibir nada de ti. Lo anterior es sólo un ejemplo. Pero también se puede aplicar a las personas que ostentan carros finos, joyas carísimas, vestidos de gran valor, y pasearse como si nada frente a la multitud de a pie, pobre y descamisada y sin oportunidades. No es lícito regodearse con finos regalos delante de la gente pobre, que se siente humillada y hasta violentada por la falta de caridad.
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