Aunque no lo parezca el teléfono es un juguete erótico, pero no ha sido muy aprovechado por los usuarios.
Si están lejos el uno del otro, y te hace falta su calor, no lo pienses más, haz esa llamada inesperada, provócala con una voz suave y erótica, es una alternativa muy placentera.
Puedes empezar diciendo que acabas de tomarte una ducha, que estás completamente desnudo y que recordaste algún momento de intimidad que tuvistes con ella. También puedes contarle las fantasías eróticas que has tenido desde que estuvieron juntos.
La voz es el elemento clave ya que la distancia impide las miradas, los besos y las caricias atrevidas. Puedes optar por un tono interesante melódico y bajo, para que no sea fingido y suenes ridículo.
No te pongas con rodeos, juega, dile lo que piensas, endúlzale el oído con lo que se te ocurra en el momento. Llama a las cosas por su nombre, sin pena de ser muy descriptivo. Invéntale una historia y descríbele con detalles todo lo que hacen tus manos, mientras estás conversando con ella.
Cuéntale paso a paso todo lo que está sucediendo, en dónde estás acostado, qué ropa tienes puesta y desvístete para ella.
La idea no es estar hablando todo el tiempo, haz silencio para que ella te indique qué quiere que hagas paso a paso. Deja que tu mente vuele y hazle sentir que la tienes cerca.
Los gemidos crearán mayor expectativas a la hora de masturbarte. Dile palabras obscenas, y que quieres escucharla gritar de la excitación. Será un orgasmos inolvidable para ambos.