Los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Víctor Benavides y Harley Mitchell, tomaron posesión de sus cargos y fueron juramentados ayer por el presidente Martín Torrijos Espino, durante un acto celebrado en el Palacio Presidencial.
Torrijos también firmó el acta de nombramiento de suplentes a los magistrados Janina María Small Anderson, Delia Carrizo y Juan Martínez Canto.
El jefe del Ejecutivo aseguró que el acto se fundamenta en un mandato constitucional que dispone que los magistrados de la Corte sean posesionados de sus cargos ante el Presidente.
Sostuvo que los nuevos magistrados y suplentes cuentan con talentos personales, conocimientos jurídicos, valores éticos y virtudes morales, así como una alta responsabilidad y quienes actuarán con la seguridad y profesionalismo para obtener una institución de justicia legitima, segura y confiable.
BUENA ELECCION, PERO MUY RAPIDA
Mientras, La Alianza Ciudadana Pro Justicia destacó que los dos nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia tienen los méritos y las ejecutorias para ocupar estos cargos, sin embargo la influencia político partidista, sigue afectando la imparcialidad que debe reflejar estas designaciones.
También cuestiona a la Asamblea de Diputados por no cumplir su rol, al discutir la ratificación de los magistrados en tiempo récord de dos horas, negándose la oportunidad de escuchar la reacción ciudadana sobre los seleccionados y desconociendo todo el proceso participativo que se había iniciado con la creación de la Comisión Evaluadora.
PURA FACHADA
Por su parte, el presidente del partido Solidaridad, José Raúl Mulino, señaló que las palabras del mandatario Martín Torrijos, al darle posesión a los dos nuevos Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, son "fachadas para esconder el hecho innegable de que nombró a un PRD en la Corte, contrario a todo lo que dijo y prometió sobre el tema".
DIXON, NUEVA PRESIDENTA
Los actos de posesión de nuevos magistrados se trasladaron a la Corte. Allí, la magistrada Graciela Dixon, asumió ayer la presidencia de la CSJ y durante su discurso acusó a aquellas organizaciones de la sociedad civil que han "intentado desquebrajar" la estructura del Órgano Judicial, utilizando el poder de los medios de comunicación para "difundir información y opinión" que ha creado la actual percepción popular de la justicia.
Dixon reconoció sobre el deterioro y la mala imagen existente sobre el sistema de justicia en Panamá, por lo que se comprometió en intentar elevar la percepción positiva del Órgano Judicial, a través del fortalecimiento de los programas de modernización y de desarrollo como parte de un proceso continúo de crecimiento del poder judicial.
Sobre la corrupción, Dixon advirtió que el revelar la identidad de los supuestos jueces corruptos y de los funcionarios administrativos que aprovechan su posición para obtener ventajas personales o particulares, también se constituye en corrupción, ya que a su juicio se debe aportar las pruebas de lo que acusan y cumplir con el procedimiento de ley.