Empieza por concretar en qué te gustaría trabajar. Establece prioridades y no admitas cualquier empleo porque te cansarás pronto de él y tendrás que volver a buscar otro. Si ya te has propuesto encontrar uno, hazlo con seriedad para que sea duradero.
Cuando definas el trabajo que quieres, prepárate para organizar las herramientas necesarias. Las fundamentales: un currículo que describa tu perfil y una carta de presentación que no resulte indiferente a quien la recibe.
Cuando estés listo, dirígete a las empresas que les pueda interesar tu perfil.