El surfista británico Martin Markwell siempre había soñado con atrapar la ola perfecta, pero cuando realmente llegó, fue una verdadera pesadilla.
Markwell estaba chapoteando el domingo sobre su tabla de surf en las costas del popular complejo turístico de la playa de Hikkaduwa, en la costa sudeste de Sri Lanka colmada de palmeras, cuando fue arrastrado por el maremoto, que lo lanzó sobre la playa de arena blanca hasta dentro del restaurante del hotel.
"Fue algo terrible porque estaba surfeando, y realmente estaba surfeando en una ola en la que no debería estar", dijo a Reuters.
"Como soy un surfista experimentado, cuando vi venir la ola me di cuenta que algo estaba mal pero no me pude escapar porque mi tabla de surf estaba sujeta a mi tobillo".
Su esposa Vicki y su hijo Jake observaron con horror desde el balcón del hotel cuando era lanzado hacia la costa. Milagrosamente se mantuvo sobre su tabla hasta que llegó al hotel, saltó de ésta y pudo llegar a un lugar seguro mientras el océano se retiraba para volver luego con un tsunami más grande.
La familia se reagrupó y corrió tierra adentro a una selva en busca de seguridad, minutos antes que una gigantesca ola de 10 metros de altura impactara la costa de Sri Lanka y dejara más de 28.500 personas muertas.