CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no respeto a mis vecinos
Durante la �poca de Navidad y Fin de A�o se producen fiestas en casi todas las barriadas. Nadie se opone a las celebraciones, pero las mismas no deben causar molestias a los vecinos. Cuando los otros residentes que no tienen nada que con los festejos arriban a sus casas, ven las entradas hacia sus garajes obstaculizadas por los invitados a la pachanga, quienes para colmo se molestan cuando se les invita a mover sus veh�culos. La m�sica estridente es otro problema. En vez de moderar su bocinas para que la escuchen s�lo los que participan en la fiesta, ponen la m�sica a su m�ximo volumen, como para que todo el barrio se entere que all� hay un festejo. A esta gente no les importa si en las casas cercanas hay ni�os o adultos enfermos. Adem�s de la m�sica, vociferan y sueltan sus carcajadas en plena madrugada. A la ma�ana siguiente de la pachanga, como si fuera poco lo que disfrutaron ellos y jorobaron a los otros, encienden nuevamente sus equipos de sonido y empieza nuevamente la tortura para sus vecinos.
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