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Los iraquíes participaron ayer en un plebiscito en torno a la presidencia de Saddam Hussein, orquestado por las autoridades para demostrar el apoyo al dirigente del país, validando su permanencia en el poder otros siete años.
"Todo Irak es para Saddam. El es nuestro líder y nuestro padre", dijo uno votante mientras mostraba una boleta con el "sí" a favor de que el gobernante continúe en el poder.
Misiles tierra-aire y baterías de artillería en las afueras del poblado natal de Saddam, Tikrit, señalaron el otro mensaje del único candidato en este referendo: el desafío ante Estados Unidos debido a la posibilidad de una guerra.
"Vine a poner mi boleta en la caja y decir que no quiero que venga aquí Estados Unidos y decir que odio (al presidente George W.) Bush, porque él quiere atacarme", dijo el parasitólogo Ahmed Jawad, en una población en las afueras de Tikrit.
El gobierno espera que más de 11 millones de los 22 millones de habitantes del país participarán en el plebiscito. El voto era a favor o en contra de la permanencia de Saddam en el poder por otros siete años.
Saddam lleva tres décadas en el poder, que obtuvo mediante un golpe militar.
Entretanto, la Casa Blanca desestimó el plebiscito y el vocero Ari Fleischer dijo que obviamente "no es un día muy serio, ni una votación muy seria y nadie le da credibilidad alguna".
Grupos de exiliados iraquíes realizaron protestas en Europa.
En Irak, las autoridades buscaban superar el 99,96% de votos a favor de continuar el gobierno de Saddam obtenidos en el referendo anterior, en 1995. En la capital, Bagdad, el partido Baath de Saddam realizó actos proselitistas en cada vecindario, esperando obtener ahora el 100% por ciento de los votos a favor de un nuevo mandato.
Se esperan los resultados en el día de hoy. Sin embargo, en un proceso en el cual no parece haber parcialidad y el resultado se señala como cosa segura, es imposible verificar si la participación del electorado fue realmente tan grande. |
