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Rescatistas indonesios trasladan los restos de una persona muerta en el atentado de Bali.  |
La policía indonesia, auxiliada por dispositivos de todo el mundo, concentraba ayer su investigación del sangriento atentado perpetrado el pasado sábado en la turística isla de Bali en los interrogatorios a dos indonesios que podrían estar involucrados en el ataque.
Presionada, Yakarta anunció que se disponía a promulgar un decreto urgente que la autorizaba a tomar medidas especiales en materia de lucha antiterrorista, tres días después del atentado que dejó un saldo de más de 180 muertos y uno 300 heridos.
Este decreto, que será temporal y cuyo contenido exacto se desconoce, debe llenar un vacío normativo ya que el país no poseía hasta ahora una ley antiterrorista.
Indonesia, Estados Unidos y Australia dan una importancia esencial a la pista de la red Al Qaeda. Sin embargo, este atentado contra un bar restaurante y una discoteca abarrotados en los cuales encontraron la muerte ciudadanos de 24 países, entre ellos australianos, británicos e indonesios, todavía no fue reivindicado oficialmente hasta ayer.
"Hemos interrogado a 27 personas y entre ellas hay dos a las que querríamos interrogar de manera más profunda", declaró en Yakarta el portavoz de la policía, el general Saleh Saaf.
Uno de los dos indonesios se encontraba en la zona de Kuta, en Bali, cuando la bomba explotó el sábado. Los dos hombres tenían también relaciones con una tercera persona cuya tarjeta de identidad fue encontrada en el lugar del atentado.
"Se niegan a responder o dan respuestas contradictorias. Por ello nuestras sospechas se reforzaron", explicó el general, señalando que los dos hombres todavía no eran considerados "sospechosos" oficialmente.
Por primera vez, un responsable indonesio, el ministro de Defensa Matori Abdul Jalil, admitió públicamente que la red Al Qaeda, dirigida por el fundamentalista islámico Osama bin Laden, estaba implicada en este atentado, el más importante desde los cometidos el 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
Pero Estados Unidos parece haber decidido que las autoridades de Yakarta no conseguirán por sí solas atrapar a los autores de este atentado, que conmocionó al mundo entero.
En un estudio realizado por Departamento de Estado en Washington, numerosos expertos aseguraron que "la investigación indonesia será infructuosa y que los autores del atentado no serán ni identificados, ni detenidos".
Varios expertos en terrorismo de la región consideran que el atentado de Bali podría ser obra de una organización implantada en el sureste asiático, la Yemaá Islamiyá (YI), muy vinculada a Al Qaeda.
La policía indonesia se negó a arrestar hasta el momento y debido a la falta de pruebas, a un responsable religioso, Abu Bakar Baachir, que según varios países es un responsable de YI y admirador declarado del "verdadero luchador musulmán", Osama bin Laden.
En la morgue del hospital de Denpasar, sólo 39 cuerpos pudieron ser identificados hasta ahora, gracias a cicatrices, huellas digitales, tatuajes, llaves de hotel, tarjetas bancarias, pero la atribución de una identidad sigue siendo una tarea muy complicada ya que los cuerpos están carbonizados.
Numerosos cadáveres fueron instalados en camiones frigoríficos para evitar su descomposición y Australia ya anunció que concederá una ayuda financiera de emergencia a los hospitales de Bali, que ven desaparecer peligrosamente sus reservas de medicamentos. |