"Pepe" Lucho pide protección de Dios para su tropa

Florencio Gálvez
Critica en Línea

Rostros que dibujaban un futuro incierto partieron a la zona fronteriza con Colombia. Mochilas repletas de ropa, comida, medicamentos y uno que otro retrato familiar, doblaban las espaldas de los miembros de la Fuerza Pública asignados a la operación "Seguridad Dos", destinada a evitar la incursión a territorio panameño de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC).

La situación en La Miel, Armila y otras áreas de Kuna Yala cercanas a la frontera con Colombia, es delicada, según reconoció ayer el director de la Policía Nacional, José Luis Sosa, al despedir a un contingente de la Fuerza Pública.

a los valientes hombres panameños, para los cuales pidió la protección de Dios. Se dirigen a un terreno conocido por años por una fuerza que ha vivido allí: en la selva.

El jefe policial, José Luis Sosa despidió, en una ceremonia emotiva, pidió a Dios, protección para su tropa que vistiendo uniforme verde, portaban armas de grueso calibre y una pesada mochila sobre sus espaldas.

"Estamos preparados para cualquier contingencia", dijo en forma lacónica José Luis Sosa, tras cuestionársele que si los uniformados panameños estarían listos para enfrentar a los guerrilleros y paramilitares colombianos.

"El mensaje para los panameños es el siguiente: vamos para allá y yo voy para allá", para no permitir que se irrespete la soberanía, declaró el funcionario, mientras reconoció que en La Miel nunca antes hubo un destacamento policial".

En la ceremonia realizada en la sede de la Policía Nacional, José Luis Sosa indicó que "ha llegado el momento de poner a prueba la formación de la Fuerza Pública, que trabajó por meses en los cursos de adiestramiento realizados sobre el propio terreno darienita".

Enfatizó que el esfuerzo combinado de esta fuerza de tarea, conformada por la Policía Nacional, Servicio Aéreo Nacional, al igual que el Servicio Marítimo, marca una nueva etapa en el afianzamiento "de nuestra nacionalidad y soberanía, precisamente en los momentos en que tenemos que demostrarle al mundo que los panameños somos capaces de vivir en paz y hacer respetar esa paz como pueblo, cuya mayor fortaleza está en su neutralidad".

Sosa argumentó "que en el día de hoy vamos a la región de Kuna Yala, no para enfrentar ni iniciar un conflicto armado", por lo contrario "para este conjunto de hombres y mujeres que conforman la Fuerza Pública invocamos la protección de nuestro Señor, para que nuestra misión de paz tenga éxito por el bien de todos".

En forma parca, Sosa no quiso confirmar ni desmentir si el gobierno actual aceptaría la propuesta de Estados Unidos para que los países afectados por incursiones de las FARC, desplieguen tropas capaces de enfrentar hasta a 800 guerrilleros.

"Vamos a construir estaciones de Policía en las distintas áreas, así como hemos hecho en el Darién", enfatizó.

También advirtió que sus muchachos están dispuestos a usar sus armas, en caso de ser atacados por los insurgentes, tal como ocurrió meses atrás en el sector Boca de Cupé, Darién.

Recordó que el gobierno del mandatario Ernesto Pérez Balladares, aprobó recientemente un crédito extraordinario, debido a la cruda realidad existente en Darién, agobiada por las constantes incursiones de narcos, bandoleros, paramilitares, insurgentes, así como por guerrilleros que entran y salen de ese lugar, como Pedro por su casa.

Admitió la necesidad de que se establezca una base naval en Kuna Yala, que estaría ubicada en Puerto Escocés, pero los indígenas en 1996 se opusieron a la construcción de la misma en esa localidad.

 

 

 

 

 

 



 

La situación en La Miel, Armila y otras áreas de Kuna Yala cercanas a la frontera con Colombia, es delicada, según reconoció ayer el director de la Policía Nacional, José Luis Sosa, al despedir a un contingente de la Fuerza Pública.

 

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