Nueve soldados del ejército de Colombia que habían sido secuestrados por la guerrilla izquierdista fueron fusilados y sus cadáveres arrojados en un solitario paraje selvático, en medio de un antiguo enclave rebelde, informaron ayer las autoridades.
Los militares fueron secuestrados el 1 de mayo a las afueras del pueblo de San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá, cuando "desarmados y de civil" se desplazaban en vehículos de servicio público hacia la ciudad de Florencia, denunció el ejército.
Los soldados, adscritos a la décimo segunda brigada, fueron encontrados muertos en la misma zona en donde rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) los interceptaron y los privaron de la libertad cuando viajaban a visitar a sus familiares.
El secuestro y la muerte de los militares se registraron en medio de una antigua región de 42.000 kilómetros cuadrados,que sirvió de sede a las fallidas negociaciones de paz de más de tres años entre el gobierno y la guerrilla. Andrés Pastrana rompió el proceso el pasado 20 de febrero, tras acusar a las FARC, de usar la zona para esconder secuestrados, preparar ataques y traficar con drogas y armas. |