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Un conocido terrorista anticastrista dijo a un agente cubano que envió explosivos a Cuba antes de una ola de atentados a hoteles en 1997, según mensajes descifrados que la defensa presentó el jueves en el juicio de cubanos acusados de espionaje.
Los documentos vinculan al terrorista Orlando Bosch con Roberto Martín Pérez, un director de la Fundación Nacional Cubano Americana, que siempre ha negado su participación en acciones terroristas.
Bosch, acusado por Cuba de atentar contra uno de sus aviones, fue condenado en Miami por atacar con un lanzagranadas un barco de carga polaco que pasó por la isla antes de llegar a Florida.
La defensa alega que el trabajo clandestino de los agentes cubanos se justificaba legalmente porque Estados Unidos no estaba dispuesto o era incapaz de impedir las acciones terroristas en Cuba apoyados por los exilados.
Bosch dijo al agente cubano en 1997 que había enviado artefactos explosivos a Cuba, pero no sabía si los había empleado en los atentados a los hoteles, según una biografía de Bosch enviada desde La Habana a los agentes cubanos en Miami.
El espionaje cubano acusó a Martín de proveer partes de los artefactos empleados contra los hoteles Capri y National el 12 de julio de 1997.
El gobierno cubano también creía que Bosch y Rubén Darío López, ex presidente del grupo paramilitar de exiliados Alpha 66, pensaban llevar explosivos a la isla para cometer actos de sabotaje, según los documentos.
Los agentes debían vigilar a Bosch, Martín y López. El gobierno cubano estudiaba represalias contra Bosch cuando sus agentes se enteraron de "sus movimientos perpetuos", dice el documento.
Bosch combatió con Fidel Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista, pero se enemistó con el dirigente comunista cuando se alió con la Unión Soviética. |
