Mi abuelo, Maurice Hooper, era ingeniero de minas. Por tradición familiar, por lo observado en otros países y por lo que he leído, expreso que la minería es el peor desastre ecológico para nuestro país, Panamá. Por esas razones, manifiesto, como ingeniero agrónomo y como ciudadano.... �Un rotundo NO a la minería!
Las empresas mineras transnacionales manejan muchísimo dinero, al igual que el narcotráfico. Tienen la enorme capacidad económica de comprar conciencias de periodistas y científicos para que nos presenten a la minería como la salvación económica del país. Las empresas mineras se llevarán el oro y el cobre. Y a Panamá le dejarán totalmente envenenadas las aguas de ríos, quebradas, subterráneas y costeras. El peligrosísimo químico cianuro es tan venenoso como el mercurio. No es cierto que el que el cianuro se evapora. La humedad impide que el cianuro se evapore.
Lo que ahora son fuentes de agua cristalina quedarán convertidas en lodazales envenenados, por la voracidad de los millonarios por hacerse más millonarios. Las explotaciones mineras en La Pitaloza envenenarán las aguas de la quebrada de Piedras. Estas aguas envenenadas llegarán finalmente al río Tonosí, pasando por el río Quema. La ganadería de todas estas áreas quedará en la ruina.
Para nadie es un secreto, porque él lo ha manifestado, que el Santo Patrono del doctor y científico Francisco Delgado, lo es Omar Torrijos. Y que para el doctor Francisco Delgado, una milagrosa obra de Omar Torrijos fue la explotación de la mina de Cerro Colorado. Por lo tanto, el Sumo Sacerdote de Omar Torrijos, el doctor y científico Francisco Delgado le da la sagrada bendición a la minería.
El pueblo panameño tiene una poderosa arma en contra de los que están vendiendo al país al mejor postor. Esa arma es... �El voto popular!
El pueblo panameño debe prepararse para votar... �NO!... en el plebiscito, a cualquier reforma de la Constitución, que pretende la prolongación en el poder de los mercaderes de la Patria.
En vez de reformas a la actual viciada Constitución militarista... �Debemos de volver a la Constitución de 1946!
