Estuvo cerca de la muerte, pero se salvó gracias a la mala puntería del verdugo.
Miguel �ngel Rivas, de 21 años, casi no cuenta la historia de terror que le tocó vivir la madrugada del jueves.
Resulta ser que en el sector de Viejo Veranillo, en Curundú, él se encontró frente a frente con un enemigo que no vaciló en soltarle balas.
La pierna izquierda de Miguel fue la única parte afectada por uno de los proyectiles.
Un carro patrulla policial lo llevó al Hospital Santo Tomás, donde se recupera.