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En política hay un viejo dicho que señala que "los pueblos tienen los gobiernos que se merecen". Claro que esto es válido cuando los gobernantes son escogidos por el pueblo. Un dictador producto de un golpe de Estado no será culpa del pueblo, pues no fue elegido.
Pero con los años y algunos ejemplos recientes, creo que ese pensamiento tiene mucho de cierto. Hay pueblos que solitos se echan la soga al cuello, en eso de escoger gobernantes que no les arreglan sus problemas.
Claro que se dirá que el pueblo fue engañado por las falsas promesas del candidato, quien luego en el poder no cumple con ellas y le desgracia la vida a su país.
Humm... no siempre es cierta esta excusa. A veces la gente bien que sabía que ese candidato no era la mejor persona para gobernar bien a la Patria... �pero lo escogieron! Tal vez lo hicieron cansados de los otros politiqueros sinverg�enzas y deseaban un cambio, aunque existiera el riesgo que "fuera para peor".
O ingenuamente pensaron que una vez en el poder, dicho personaje cambiaría, y no actuaría como lo había hecho en el pasado.
Sea cuál sea la explicación, esos pueblos tendrán los "gobiernos que se merecen". Después no lloren, porque ahora no es fácil tumbar a un gobernante que fue elegido democráticamente.
Veamos algunos ejemplos recientes. Tenemos el caso de Chávez en Venezuela. Muchos venezolanos sabían que era un militar, en primer lugar. Venezuela sufrió crueles dictaduras de militares y "costó un riñón" volver a la democracia. Segundo, se conocía su manera de pensar "bolivariana", que olía a izquierdismo y nacionalismo exagerado.
Dos veces votaron masivamente por Chávez, y hoy Venezuela está al borde del caos buscando un nuevo mandatario. En Brasil tenemos a Lula, quien fue obrero izquierdista. Aunque ahora quiera vestirse de moderado, no me extrañaría si su administración tenga fuertes tintes sociales que cause malestar en su Patria.
Ecuador parece repetir el fenómeno de Venezuela. El pueblo escogió a un militar en lugar de un millonario empresario. Ese militar también fue golpista como Chávez, así que no respeta las reglas democráticas.
Ojalá tanto en Brasil como en Ecuador los pronósticos negativos no ocurran, porque esos pueblos sufrirán por los gobiernos que alegremente escogieron en elecciones.
Y aterrizando en nuestro terruño, la cosa se repite. Los panameños votaron masivamente por doña Mireya, quien no era el candidato más estudiado ni capacitado para administrar.
Ahora mucha gente se lamenta de su administración, cuando lo ocurrido era fácil de predecir. Así que no chillen, pues ustedes mismos tienen la culpa de lo sucedido.
Lo peor de este asunto es que los pueblos parecen tener memoria muy corta y olvidan pronto. Ya suenan las trompetas de la política y volverán los mismos cuentos, falsas promesas, engaños, demagogia, propaganda engañosa, etc. |
