EDITORIAL
Declaración de Panamá
El presidente Alvaro Uribe se fue de Panamá con el apoyo que buscaba para que las naciones de Centroamérica calificaran como terroristas a los grupos irregulares que operan en la nación suramericana.
Dentro de ese paquete entran las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional y las Autodefensas Campesinas. Son grupos guerrilleros y paramilitares, que por años han sembrado la muerte en Colombia y ya los nacionales del país vecinos, reclaman un alto. La Declaración de Panamá suscrita por los presidentes del área recuerda la vigencia de la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que declara a esas organizaciones como terroristas.
La resolución 1373 dispone el congelamiento de los fondos y activos de esos grupos irregulares, así como la persecución en cualquier país de los miembros de esas organizaciones. Estos aspectos son sensitivos en Panamá, ya que los grupos irregulares mantienen operaciones financieras en nuestro país y algunos de sus cuadros ingresan a territorio panameño para desarrollar actividades alejadas de sus tradicionales acciones extremistas.
Por eso el país debe prepararse. Aunque Panamá no quiera, se verá envuelta de una u otra forma con el conflicto colombiano. Sin duda que el gobierno panameño está consciente de lo que se nos puede venir encima y ha dispuesto comprar y reparar los helicópteros del Servicio Aéreo Nacional, para realizar labores de vigilancia en la frontera.
Para colmo de males, el propio presidente Alvaro Uribe confiesa que su país ha sido negligente en los patrullajes en la frontera con Panamá. Ojalá que con el respaldo recibido de las naciones Centroamericanas, se implemente una vigilancia efectiva para evitar que los irregulares colombianos penetren a Panamá, a través de Puerto Obaldía o Darién. La guerra colombiana se ha internacionalizado. Uribe también buscará en Sur América el mismo respaldo que logró de sus colegas de Centroamérica.
Hay tambores de guerra en nuestra América. Ojalá que los irregulares entiendan que los pueblos lo que quieren es la paz, de lo contrario, el terror puede rebasar los límites de Colombia. �Qué Dios nos agarre confesados!.
PUNTO CRITICO |
|
|