El Pentágono aseguró que las Fuerzas Armadas de EE.UU. están preparadas para afrontar ataques químicos, biológicos o nucleares en territorio nacional y rechazó un informe del Congreso que afirmaba lo contrario.
No obstante, el Departamento de Defensa reconoció que no está del todo satisfecho con los planes de emergencia para responder a algunos atentados catastróficos.