Desde que despunta el alba hasta varias horas después de ocultarse el astro rey, hay un movimiento particular en la Calle Principal de Albrook, al lado de Supro.
Figuras humanas se mueven de un lado a otro cargando bultos, amarrando bolsas, paquetes, entre otras tareas con el entusiasmo reflejado en sus rostros por el deber humanitario cumplido.
Ellos son los miembros de la Cruz Roja Panameña.
La tragedia en Haití ha sacudido los corazones del mundo, pero en la Cruz Roja ha puesto en movimiento el valor de la solidaridad que ha lanzado el llamado a todos los confines de sus sedes en el mundo.
En Albrook, ayer, lunes, había aproximadamente 100 personas preparando el envío de ayuda para el país caribeño.
Entre los presentes se contaban voluntarios de la Universidad Latina, miembros del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) y voluntarios de la Cruz Roja Panameña.
Parecían hormiguitas obreras acomodando en bolsas para familia de cinco miembros los víveres que han donado el pueblo panameño.
Crítica: �Por qué para familias de 5 miembros?
El jefe de Riesgo, Jorge Alemán, explicó que la medida se atiende a un listado de los estándares de la Federación de la Cruz Roja Internacional.
Crítica: �Y qué contienen las bolsas?
Alemán: De todo: agua, leche y todo lo que el pueblo panameño está dando.
Ayer, desde Haití confirmaron que el primer embarco que envió la Cruz Roja Panameña a ese país la semana pasada, lo recibieron ayer. Era un cargamento de 9 toneladas con material de socorro, el cual se transportó con el apoyo de una naviera.
Para hoy se tiene previsto despachar dos contenedores más, de 10 toneladas cada uno. Por eso el ajetreo de estos días en el perímetro.
Crítica: �Y cómo se maneja la distribución en Haiti?
Alemán: Allá hay una recepción de la Federación Internacional de la Cruz Roja. Desde Panamá sale una delegación de doce personas que se une a la misión haitiana.
Crítica: �Hasta cuándo se hará esa tarea?
Alemán: Se finalizará sólo de dos maneras: Hasta que la Federación diga que el orden se restableció, lo cual durará unos seis meses, o hasta que el pueblo panameño deje de donar.
SIN DESCANSO
Mientras una parte de la agrupación humanitaria desempeña la labor de solidaridad, otra está cumpliendo la tarea de todos los años: participar en los operativos de verano.
Actualmente, muchachos rescatistas y socorristas, que son voluntarios expertos en sus labores, custodian cada domingo, las playas panameñas, como Uverito, en Los Santos; Playa Veracruz, en Arraiján; Playa La Angosta, en Colón; entre otras concurridas.
Además, según Alemán, ya están preparados los socorristas que actuarán durante los días del carnaval a lo largo y ancho de país en los puestos donde la Junta del Carnaval apoye, dado que el grupo trabaja a base de donaciones.
También se están preparando para el apoyo en la fiesta de Atalaya, en Veraguas, y para el operativo de Semana Santa y en los lugares donde haya ferias.
Los 'ángeles de la guarda' no descansan y entregan todo con el placer de servir a la humanidad.
NOVEDAD
A diferencia de otros años, en esta ocasión se han suspendido los campamentos ante la emergencia en el Caribe, pero los mismos se reactivarán después que se cumpla con la misión humanitaria.
DONACIONES
Las donaciones para Haití se reciben hasta las 6:00 p.m. en la sede de la Cruz Roja Panameña. Los voluntarios permanecen en el sitio hasta altas horas de la noche, cada día, en la ardua tarea.