La tercera edad no debe ser sinónimo de límites, sino de seguir la vida como si los años no hubieran pasado.
Es por eso que los especialistas consideran que entre las disciplinas que deben seguir rigurosamente todo hombre o mujer, aunque sea de la tercera edad, es mantener una dieta alimentaria adecuada, además de la práctica de ejercicios según la edad.
Referente a eso, es común ver en los parques, incluso en los gimnasios, personas que superan los 50 años, lo que les garantiza una mejor condición de salud, y la disminución de ciertas enfermedades que se hacen propia de la tercera edad.
Es así como la práctica de ciertos deportes como las caminatas, los paseos en bicicleta, la natación, y los estiramientos, funcionan como los mejores aliados de esas personas de la "Edad dorada".
Y es que después que se hace una rutina semanal de los deportes antes mencionados, las condiciones de salud, si presentan algún mal, tomarán mejoría porque la práctica deportiva ayuda al control del peso corporal, disminución de la grasa corporal, aumento de la masa muscular, flexibilidad y densidad ósea, aumento del volumen sistólico, ventilación pulmonar, consumo máximo de oxígeno, disminución de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.
Por otro lado, el entrenamiento de fuerza es fundamental y puede ser prescrito con algunos cuidados, inclusive en individuos hipertensos o con problemas cardiovasculares. El entrenamiento contribuye para mejorar la fuerza muscular, para la manutención de la independencia funcional, y mejora la velocidad de andar y el equilibrio.
�Y LA ALIMENTACION?
Ahora bien, el simple hecho de mantener una rutina de ejercicios requiere de una alimentación balanceada, sobre todo si se goza de cierta edad.
Una de las cosas que deben tener presente las mujeres y los hombres de la tercera edad es la ingesta de agua, aunque no sean amantes de ella, pues el cuerpo necesita siempre estar hidratado.
Pero también es de vital importancia saber que el asunto no es comer por comer, pues se requiere de la necesidad de emplear las cantidades que se dictan en la pirámide alimenticia.
Es así como:
La leche y su derivados: Se necesita una buena proporción de proteínas de calidad y de calcio.
Sin embargo, se debe limitar el consumo de quesos fundidos (grasos y ricos en sodio). Lo ideal serían dos o tres raciones por día.
Carnes magras: Ricas en proteínas y hierro de fácil absorción.
Verduras y hortalizas: Se recomienda incluir en las ensaladas tomate o zanahoria rallada para asegurar que se cubran las necesidades de Vitamina A.
Frutas frescas: Tomar fruta cruda madura o macedonia de fruta fresca bien troceada y zumos sin azucarar.
Azúcares y derivados: Moderar su consumo.
Las personas mayores, más propensas a padecer problemas de hipertensión, diabetes o anemia, pueden ver disminuidas sus dolencias con una alimentación sana y equilibrada cuya elaboración, además, llega a ser una entretenida y creativa tarea. Desde ir a la compra hasta hacer la comida diaria o innovar nuevos platos, la cocina supone una actividad que es beneficiosa no sólo para el estómago, sino también para la mente; hacer la lista de la compra, recordar los ingredientes o estar atento a los tiempos de cocción suponen un sano ejercicio mental.
No se deje llevar por los estereotipos de esas personas que creen que las personas de la tercera edad sólo sirven para comer, ver televisión y dormir. Eso debe ser asunto del pasado.
Recuerde, la actividad física es importante en la vida de toda de persona, por eso, sin importar si es joven o adulto, los deportes y las buenas costumbres en la alimentación serán la clave perfecta para reírle a los años, a la vida.
