Las principales enfermedades del caf�
Ingeniero Luis A. Barrios
El cultivo del caf� forma parte de los principales cultivos econ�micos del �rea centroamericana, puesto que adem�s de su consumo local, constituye un producto de exportaci�n, una importante fuente de divisas para los diferentes pa�ses. Las exigencias del internacional y de la rentabilidad del cultivo requieren del caficultor, mayor inter�s en superar la calidad y elevar los rendimientos. Por lo anterior se concluye que, para lograr los mejores objetivos en calidad y rendimiento, se hace importante seleccionar variedades apropiadas, practicar los mejores sistemas de cultivo, mantener un adecuado y buen control de insectos y sobretodo, una buena protecci�n contra las enfermedades. El aumento de la producci�n, al igual que la calidad de la misma, est� condicionada a una serie de factores, todos de gran importancia. Descuidar uno solo puede resultar en una baja en la producci�n y calidad deficiente. El caf�, por no decir como todos los cultivos agron�micos, resulta muy afectado por una serie de hongos que encuentran en su tejido el lugar apropiado para su vida y reproducci�n, causando as� diferentes enfermedades a la planta. Entre las principales enfermedades del caf� tenemos: Ojo de Gallo (Mycena citricolor), Mancha de Hierro o Chasparria (Cercospora caffeicola), Roya (Hemilea vastatrix) ,Mal de Hilacha (Pellicularia Kioleroga) y la Enfermedad Rosada (Corticium salmonicolor.) ENFERMEDAD OJO DE GALLO Consideramos esta enfermedad es la que m�s preocupa a nuestros cafetaleros y que mayores p�rdidas ocasiona en la actualidad, por lo que requiere muy buena planificaci�n para su control y la utilizaci�n de productos de eficiencia comprobada. Aunque la enfermedad puede presentarse durante todo el a�o, prospera con mayor severidad en la �poca lluviosa, bajo condiciones de alta humedad y temperaturas relativamente bajas y se disemina con la ayuda del agua y viento. La enfermedad afecta las hojas, ramas y frutos. Cuando ataca las hojas aparecen manchas m�s o menos circulares, de color negruzco que a medida que envejecen y aumentan de tama�o, se tornan de color gris�ceo. Sobre el tejido muerto de la hoja pueden distinguirse peque�os bastoncitos en forma de alfiler con cabecita amarilla, estos a su vez son los responsables de la diseminaci�n de la enfermedad. Las hojas constituyen la f�brica y dep�sito de alimentos que la planta necesita para subsistir y dar en producci�n su fruto. El ataque a las hojas limita la fotos�ntesis (proceso de fabricar su alimento), lo que provoca un debilitamiento general, dando como consecuencia la ca�da de las hojas y fruto. El ataque a los frutos tiernos provoca su ca�da y cuando esto ocurre en un per�odo avanzado de su desarrollo, La enfermedad afecta la pulpa y puede llegar hasta el grano. Como consecuencia, la pulpa se adhiere a la almendra, la cual se mancha y por consiguiente desmejora la calidad. De no tomarse las medidas oportunas de control, la enfermedad puede resultar devastadora, dejando como resultado una defoliaci�n completa, lo que termina en una fuerte reducci�n y baja calidad de la cosecha. MEDIDAS DE CONTROL Nuestros productores conocen muy bien la enfermedad y saben por experiencia que solamente un buen control y de manera oportuna, pueden garantizar una buena cosecha con calidad aceptable, por lo que deben considerarse, tanto las medidas culturales como qu�micas. Las medidas culturales constituyen un complemento que permite reducir el ambiente propicio para el hongo, por lo que se recomienda una regulaci�n de la sombra, densidad de siembra adecuada y un buen control de malezas. El control qu�mico representa la aplicaci�n adecuada y oportuna de fungicidas modernos, con amplio espectro de acci�n y preferiblemente siguiendo instrucciones del fabricante.
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El control qu�mico representa la aplicaci�n adecuada y oportuna de fungicidas modernos, con amplio espectro de acci�n y preferiblemente siguiendo instrucciones del fabricante.
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