Las sedes de la Unión Europea dijeron que habían reforzado algunas medidas de seguridad después de que fueron enviadas cartas bomba a dos funcionarios de alto rango, así como a la agencia policial del bloque de países, pero señalaron que estaban tomando las amenazas con calma.
Otra carta bomba fue entregada en la sede de Eurojust, institución de magistrados y jueces de la Unión Europea con sede en Holanda, pero el artefacto no estalló, dijo a Reuters una fuente judicial de la fiscalía de La Haya.
Dos cartas, una dirigida al presidente de la Comisión de la Unión Europea, Romano Prodi, y otra al presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, provenían de Bolonia.
Fiscales alemanes dijeron que estaban investigando vínculos con un grupo anarquista italiano. |