CRIMENES FAMOSOS
Deseos
destructores

Max Haines
El
anciano Omar Roberts estaba totalmente enamorado de su joven
y bonita ama de llaves.
Omar Roberts, de 68 años, debía haber pensado
mejor lo que hacía, pero no fue así. Allá
por 1922, usted habría tenido que considerar el hogar
de Omar en Kemptville, Nueva Escocia, un pueblo muy aislado.
La ciudad más cercana de alguna importancia era Yarmouth,
pero usted no pasará Kemptville si va pegado a la costa
de Nueva Escocia. El poblado está afuera del camino concurrido.
Omar poseía una exitosa hostería de pesca y caza
llamada Riverside House. Era uno de los ciudadanos líderes
del pueblo. En 1921, su esposa de cuatro décadas falleció
de causas naturales. Omar, y ciertamente el pueblo entero, lloraron
su muerte.
Su ausencia lo dejó con varios problemas prácticos.
Su querida esposa había sido una ayuda valiosa para llevar
el establecimiento. Hacía la mayor parte de lo concerniente
a la preparación de la comida y mantenía la casa
impecable.
Una solución para el problema de Omar estaba por llegar.
Clarence Gray y su esposa se comunicaron con Omar, y sugirieron
que su hija Flora sería una buena ama de llaves para Riverside
House. La bonita adolescente conocía el trabajo de ama
de llaves del sótano al ático.
Omar quedó encantado de tomar a Flora en su casa y
su negocio. Ustedes podrían pensar que las lenguas ociosas
se moverían antes semejante arreglo, pero ése no
fue el caso. Para evitar el chismorreo Omar y Flora dormían
en los extremos opuestos de la espaciosa casa.
Pasaron siete meses. Un duro invierno vino y se fue. La primavera
llegó a Kemptville. No lo imaginaría ustedes, pero
un hombre viejo convirtió sus fantasías en pensamientos
de amor y matrimonio. Omar, que era medio siglo más viejo
que Flora, invitó a su joven ama de llaves a un paseo
por el río en canoa. Sin duda pensó que era una
situación romántica para su propuesta de matrimonio.
Omar hizo la pregunta y recibió una respuesta completamente
desfavorable. Flora quedó pasmada, aun muda de asombro.
En sus sueños más locos nunca había pensado
en el señor Roberts de ninguna otra manera que la de un
agradable empleador. Flora no sólo le dijo eso con palabras
bien claras, sino que censuró a Omar por siquiera pensar
en semejante cosa. El imploró, suplicó y rogó,
pero todas las súplicas no hicieron nada para persuadir
a Flora, quien exigió que el paseo en canoa terminara
inmediatamente.
Omar estaba deprimido. Pensó a continuación
en controlar el daño y pidió a Flora que no revelara
lo que había sucedido. Ella estuvo de acuerdo.
El pobre Omar no tenía ninguna posibilidad. No tenía
modo de saber que Flora estaba románticamente involucrada
con el joven de 16 años Ransom Randall, el fornido y viril
hijo de su vecino. El señor y la señora Randall
a menudo se reunían con Omar. Algunas veces, cuando visitaba
la casa de ellos, llevaba a Flora con él. Los dos jóvenes
se enamoraron.
El verano pasó sin acontecimientos en Kamptville. Flora
nunca contó a nadie de la preposición de Omar.
Hacía el trabajo de la casa satisfactoriamente y pasaba
cada momento libre con el apuesto Ransom.
La noche del 28 de agosto era igual a cualquier otra. Omar
fue invitado a donde los Randall para hacer un poco de sociabilidad.
El llevó a Flora como siempre. Mientras se acercaban a
casa de los Randall, Flora se encontró con Ransom charlando
con otros jóvenes en el porche. Permaneció con
ellos mientras Omar entraba para visitar a los Randall.
Alrededor de las 10:00 de la noche, Omar se retiró.
Pareció estar de algún modo disgustado cuando se
enteró que Flora ya se había ido a la casa. Los
jóvenes del porche le dijeron que Ransom la había
acompañado.
Más tarde esa noche los Randall quedaron sorprendidos
al ver a Omar que conducía imprudentemente hacia la puerta
principal de ellos. Gritó, "pronto, pronto. Puede
ser demasiado tarde. Flora puede ya haber muerto". En minutos,
otros vecinos se habían reunido en el prado. Omar dijo
que Riverside House estaba en llamas. El había intentado
entrar. Pero había sido obligado a retroceder por el intenso
calor. Temía que la pobre Flora pudiera estar muerta dentro
de ese infierno. William Randall asaltó al auto de Omar
y juntos partieron velozmente hacia Riverside House. Otros los
siguieron.
Pronto la mayoría de los hombres capaces del pueblo
formaron una brigada con baldes. El incendio fue lentamente controlado.
Ransom fue el primero en correr a las habitaciones de Flora.
Allí estaba ella en el suelo terriblemente quemada.
Ransom pensó que estaba muerta, pero mientras colocaba
una manta sobre su cuerpo, ella se movió. Rápida,
pero cuidadosamente, los hombres la llevaron hasta un vehículo
y partieron a toda velocidad a la casa del Dr. Farish. Había
muy poco que este hombre pudiera hacer. Flora estaba casi muerta.
Mientras tanto el fiscal de la corona McKay y el único
oficial de policía del pueblo James McMelloon, fueron
llamados a Riverside House. Después que la brigada con
los baldes tuviera éxito en reducir las llamas y Flora
había sido sacada, el fuego había empezado nuevamente.
Omar observaba mientras una vez su próspero establecimiento
se quemaba hasta los cimientos. Un grupo de hombres estaba todavía
en la escena. Ellos advirtieron a los funcionarios del destino
de Flora. Todos asumieron que Flora había de algún
modo empezado el fuego accidentalmente.
James McMelloon se aproximó a Flora. El nauseabundo
olor a carne quemada invadía la casa del doctor. Aproximadamente
a la misma hora, el padre de Flora llegó y se arrodilló
ante la ennegrecida figura de su hija Flora intentó hablar.
Su padre y aquellos que estaban cerca descifraron las palabras
pronunciadas con dificultad, "gasolina... traté de
luchar con él, papá".
La madrastra de Flora, incrédula ante la insinuación,
presionó a Flora por una explicación. Nuevamente
la muchacha trabajó penosamente para elaborar las palabras,
"no quería casarme con él". Con estas
palabras, Flora misericordiosamente exhaló su último
suspiro.
Inmediatamente se realizó una investigación
judicial. El doctor declaró que quemaduras de la gravedad
como las sufridas por Flora, no habían sido posibles sin
ser alimentadas por gasolina. Esta revelación, así
como la revisión de aquellos testigos que había
oído las últimas palabras de la muchacha antes
de morir, llevó al jurado de la investigación a
concluir que el fuego no había sido un accidente, sino
que había sido provocado por Omar Roberts.
Al final de la encuesta judicial, Omar Roberts fue arrestado
y acusado de asesinato. Su juicio mantuvo en vilo a toda la provincia
de Nueva Escocia. Poco más se discutió. Un asesinato
y sus viles ramificaciones no ocurrían cada día
en el pueblo de Kemptville. Esto era altamente dramático
y tráfico al mismo tiempo.
El acusado subió al estrado de los testigos y contó
todo. Omar reveló su propuesta de matrimonio en el paseo
en canoa y su desilusión ante el rechazo de Flora. No
podía comprender cómo la muchacha podía
pasar por alto la oportunidad de mejorar su estilo de vida.
La gota de agua que desbordó el vaso de su audacia
al permitirle al joven Ransom que la acompañara hasta
la casa en esa noche fatídica. Omar se puso insanamente
celoso y había corrido a la casa, esperando encontrar
a Flora y el muchacho en la galería.
Cuando no los vio allí, pensó que podrían
estar adentro. Sin que Omar lo supiera el joven Ranson le había
deseado buenas noches a Flora momentos antes. Omar procedió
a llenar un balde con gasolina de un barril que había
fuera de la casa. Fue a la habitación de Flora. Ella estaba
a punto de desvestirse e irse a la cama. Le dijo a Omar que estaba
actuando como un loco. El respondió arrojando la gasolina
del balde sobre la aterrorizada muchacha y sobre la cama. Entonces
tiró una lámpara encendida sobre el suelo, prendiendo
fuego a Flora y a la cama. Mientras las llamas cubrían
a la desventurada muchacha, Omar salió corriendo. Podía
oír sus gritos mientras corría hacia el vestíbulo.
Omar Roberts fue encontrado culpable de asesinato y sentenciado
a muerte. El 24 de noviembre de 1922, fue ahorcado en la cárcel
del Condado de Yarmouth.
Miller Features Syndicate Inc.
Distr. por Editors Press Service, Inc. 0314
|